Por su delicioso sabor y, sobre todo, por sus diversos beneficios para la salud, el mundo de la gastronomía reconoce a la dieta oriental como una de las mejores que han existido en la humanidad.
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Para conocer en detalle la calidad de algunos de los productos que hacen posible esta rica dieta, especialistas de la Universidad de Osaka, Japón, realizaron varios estudios durante dos meses para registrar los efectos que provocaban en la masa muscular esquelética y en la progresión de la fibrosis hepática en más de un centenar de pacientes con trastorno del hígado graso no alcohólico.
Se eligieron 12 platos típicos nipones que se encuentran entre los preferidos por ciudadanos locales y extranjeros que aprecian las especialidades: arroz, productos de soja, encurtidos, verduras, frutas, mariscos, hongos, algas marinas, té verde, café, carne de ternera y carne de cerdo.
Resultados del ensayo
Se encontró que los individuos que incluían un alto consumo de algas y mariscos ganaban más masa muscular y, a su vez, reducían en mayor medida el avance de enfermedades hepáticas entre pacientes con hígado graso no alcohólico. A este beneficio, se le añade una gran cantidad de nutrientes y antioxidantes procedentes de la dieta japonesa que, combinados, suministran la vitamina C que también ayuda al proceso hepático.
También se determinó que quienes consumían más soja, mariscos y algas, fueron las que mostraron una mayor supresión en la fibrosis hepática, mientras que aquellos que ingerían más productos de soja desarrollaban más músculo, esto podría darse porque se cree que la correlación de la soja con una mayor masa muscular se debe a que se trata de un alimento proteico que contiene los aminoácidos esenciales para apoyar la creación de proteína muscular en el ser humano.
Anteriores estudios ya habían demostrado los beneficios de la proteína para la masa muscular esquelética en personas con una baja actividad física, lo que apunta a la relación con los alimentos de soja debido a la portación de proteína de calidad.