La genética es el principal factor para que en algún momento de nuestras vidas se hagan presente las canas. Otra de las razones pueden ser otros factores externo que acelera el proceso para que el cabello cambie de su color original a blanco o gris, pero lo que coincide siempre es que es inevitable que haga su aparición.
David Saceda, dermatólogo y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explica los posibles porqués de su presencia antes de tiempo: “es lo que llamamos estrés oxidativo, que es el cúmulo de sustancias nocivas en el ambiente celular. Esto aumenta en situaciones de consumo de alcohol, tabaco, dietas ricas en grasas o falta de ejercicio. Todo ello hace que se envejezca de forma prematura”.
Causas
· Estrés crónico como consecuencia de los cambios metabólicos que conlleva.
· Falta de algunos nutrientes y vitaminas como el hierro, zinc, cobre y vitaminas del grupo B.
· Enfermedades como hipotiroidismo o anemia perniciosa, que provoca déficit de vitamina B12.
· Maltrato prolongado del cabello: falta de higiene, lavados con agua excesivamente caliente, abuso de secadores o planchas de pelo.
Tipos
· Canicie fisiológica. Con el envejecimiento, se produce una pérdida paulatina de melanina en el folículo piloso (la estructura en forma de saco donde nace el pelo). En concreto, entre el 6 y el 23% de la población tendrá cabellos canos a los 50 años.
· Canicie prematura. Es aquella que aparece antes de los 20 años en la raza caucásica y de los 30 en la negra.
· Poliosis. Se trata de una canicie localizada que afecta en mechones, tanto al pelo de la cabeza, como al de las cejas o al corporal y suele tener origen hereditario.
· Canicie anular. Aparece en forma de cabellos blancos repartidos por toda la cabeza de modo general.
Prevención
Isabel del Campo, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral de Madrid, recomienda que “debemos evitar en la medida de lo posible el estrés, que produce alteraciones hormonales que conllevan la pérdida de células madre de melanocitos y que favorecen el desarrollo de canas”. También advirtió que, en relación al tabaco y al alcohol, no solo deterioran y envejecen el cabello, sino que impulsan la caída y pérdida del mismo.