Es cierto que cuando se menciona la palabra “trabajo”, por distintas circunstancias, como por ejemplo, la convivencia, automáticamente el estado mental no es el mejor de todo. Las estadísticas no mienten cuando indican que más del 70% de la población mundial no está satisfecho con el trabajo que desarrolla o con los compañeros con quienes comparten tareas.
Pero si no se trabaja, económicamente la vida puede ser bastante cuesta arriba, por eso, es de suma importancia saber adaptarse, cuidar el trabajo y si es posible, agarrarle cariño a lo que se hace.
Gorka Jiménez Pajares, psicólogo español especializado en abordaje de trastornos mentales y del comportamiento, indica que “las habilidades de autocuidado se caracterizan por estar presentes en el día a día, en la cotidianeidad de la persona. Siguiendo esta línea de pensamiento, podemos inferir el hecho de que estas destrezas pueden aprenderse”.
Seis actitudes para aprender que harán más fácil el desarrollo laboral
1. Saber lidiar con el estrés y la tensión: en el trabajo, aspectos como un exceso de tareas o la ambigüedad en el rol desempeñado son fuentes de intenso estrés. En este sentido, podemos encontrar refugio en técnicas tan fáciles de implementar como el método de respiración 3×3: Mantener inhalando durante tres, aguantar la respiración durante otros tres y exhalar durante tres más.
2. Tomar conciencia de las propias emociones y sentimientos: conocer más sobre nuestro universo emocional es extraordinario. Un paso más allá sería entender el mensaje que nos está queriendo transmitir esa emoción que estamos experimentando.
3. Potenciar la empatía: se trata de una gran habilidad en la vida en general y el entorno laboral en particular, porque nos permite vincular cómo resuenan las vidas de los demás bajo el paraguas de la mente y el cuerpo.
4. Poder comunicarnos de manera efectiva: ser asertivos alude a una capacidad que podemos desarrollar y que consiste en transmitir un mensaje (qué pienso), una emoción (qué siento) y una consecuencia (qué quiero), de manera que no resulte ofensiva para la otra persona.
5. Enriquecer nuestras relaciones interpersonales: saber que disponemos de apoyo ante eventos laborales que exceden nuestras capacidades de afrontamiento es extraordinariamente liberador.
6. Innovar y fomentar la creatividad: ser creativos implica crear algo nuevo donde antes no existía. Si lo entendemos así, cuando implementamos alguna nueva estrategia que fomente nuestra salud ocupacional estaremos innovando.