La infertilidad masculina se podría producir también por la diabetes

Distintas pueden ser las complicaciones que se pueden generar por la presencia de la diabetes. Esta enfermedad considerada por los especialistas como crónica y de larga duración, se genera porque al no contar con suficiente insulina el metabolismo cuenta con niveles de azúcares en la sangre de más, lo que genera muchas veces importantes problemas en la salud como: cardíacos, renales, así mismo, posible pérdida de la visión y hasta incluso, limitación en la infertilidad.

Explicación de especialista

En una intervención de ideas en el medio Bienestar, el Endocrinólogo Omar Layus, especialista en medicina reproductiva en WeFIV, Buenos Aires, explica más en detalle de qué trata la patología y cómo afecta la infertilidad masculina.

“La hiperglucemia daña los vasos sanguíneos que son los que llevan el alimento y el oxígeno a los órganos, repercutiendo en varias partes del cuerpo, pero en cuanto a fertilidad, los pacientes diabéticos pueden tener menos producción espermática por una alteración hormonal y cambios en el funcionamiento de la vía espermática y en su salida, la emisión de semen”.

Cuando sucede esta alteración, una de las maneras de poder combatir la situación es realizando intervención quirúrgica que sea capaz de recuperar los niveles de espermatozoides y realizar posteriormente un tratamiento especializado de fertilidad.

En específico, se trata de un procedimiento que se realiza en el quirófano con anestesia o con una sedación en la cual hay una incisión a nivel escrotal y se accede al testículo recuperando el parénquima testicular. Así, los biólogos de laboratorio tienen acceso a extraer los espermatozoides que hay en el testículo para realizar una técnica de reproducción asistida.

“La diabetes, muchas veces, se desencadena de forma abrupta y cuanto más se dilate el tiempo para comenzar a realizar cambios, más se agrava tanto la situación de la salud en general como los efectos que produce en el metabolismo del ser humano, que hasta terminan dañando el correcto funcionamiento del sistema reproductor”, concluyó Layus.