Para quienes aun todavía no lo saben, les contamos que las almendras son frutos secos muy versátiles y saludables que pueden ser un gran aliado para ingerir entre comidas como almuerzo o merienda en pequeñas cantidades que pueden clasificarse en función de su sabor. Además, son muy nutritivas y pueden sustituir a otros alimentos y son mucho menos saludables por su alto contenido en grasas no tan buenas, como las harinas refinadas o azúcares.
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Beneficios
· Cuentan con un alto contenido en grasas y proteínas vegetales.
· Son una buena fuente de hidratos de carbono.
· Contienen fibra, minerales (calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc y potasio) y vitaminas (E, riboflavina, tiamina, niacina y folatos).
· Contribuyen a la protección cardiovascular, específicamente por su alto contenido de grasas monoinsaturadas, fitoesteroles, magnesio, vitamina E y cobre.
· La importante cantidad de fibra que contienen puede ayudar al tránsito intestinal y contribuir a la saciedad.
· Aportan una gran cantidad de proteína necesaria para el buen funcionamiento del organismo.
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· La vitamina E que aportan tienen función antioxidante.
· Poseen quercetina (gran poder antiinflamatorio).
“Su valor calórico es bastante elevado debido a su alto aporte de grasas y a la escasa cantidad de agua que presentan. Son también una de las mejores fuentes de magnesio dentro de los alimentos, contribuyendo al funcionamiento normal de los nervios y de los músculos, la síntesis normal de proteínas y el metabolismo energético, y reduciendo el cansancio y la fatiga”, señaló González. Mónica Herrero, vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón, España.
Se recomienda comerlas crudas o tostadas. Cuando se consumen en crudo, si se deja la piel que las recubre, se ingieren los antioxidantes que se encuentran en ella, junto con una mayor cantidad de fibra. La cantidad diaria recomendada de frutos secos son 20 o 30 gramos, lo que significaría un puñado aproximadamente.