Es importante mantener la mayor de las atenciones en las personas que sufren de dicha patología porque la constante presión arterial elevada es capaz de ocasionar problemas delicados para la salud y en especial, en el ámbito cardiovascular, por ello, es importantísimo medirla de manera permanente para poder tener controlada esta enfermedad silenciosa que en la mayoría de las veces no genera síntomas en sus víctimas.
Para entender de qué trata dicha afección, expertos la definen como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son los vasos por los que circula y se mueve a las diferentes partes del organismo. Si esa tensión es muy elevada, la persona padece de hipertensión.
Medición de presión arterial
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que la medición de esta tensión se da en dos valores: la sistólica y la diastólica. La primera corresponde al momento en que el corazón se contrae o late; mientras que el segundo, representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.
¿Por qué se enfatiza tanto en una constante medición de la presión arterial? Simple, porque al no presentar muchas veces síntomas se recomienda tomar mediciones en días distintos y a diferentes horas y de acuerdo con los expertos, no hay momentos ni buenos ni malos.
Los valores pueden variar en diferentes momentos del día, pero se considera una tensión arterial normal cuando se ubica entre: los 100 y 140 milímetros de mercurio (mmHg) la presión sistólica y entre 60 y 90 mmHg la diastólica. Lo recomendable es tener una presión sistólica que no supere los 120 (máximo 130) y que la diastólica esté por debajo de los 90.
El mejor momento
En realidad, es relativo, porque ante la constante recomendación de que se mida en cualquier momento y de manera rotativa, con el simple hecho de que se realice ya es más que positivo. No obstante, muchos especialistas indican que, en el horario de la mañana, sobre todo, en las primeras horas luego de despertarse, es el más idóneo y así manejar los valores para afrontar la larga jornada laboral o personal.
Otra recomendación importante es que cuando se realice, la persona esté lo más tranquila y relajada posible y previamente no haya fumado tabaco o ingerido alguna taza de café.