Por lo general, luego de aplicarse cualquier tipo de vacunas el cuerpo humano expresa a las pocas horas algunos efectos secundarios acompañados por niveles de malestares físicos. Con respecto a las dosis anti COVID-19 no es la excepción y millones son las personas que han mostrado su malestar ante los fuertes dolores corporales, de cabeza y altas temperaturas en las primeras 48 horas e incluso un par de día más.
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Aunque te incomode el malestar posterior, posiblemente sea muy beneficioso para tu salud gracias a que podría significar que la vacuna tendrá una mejor y mayor respuesta inmunitaria, así lo aseguran un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia, la Universidad de Vermont y la Universidad de Boston, mediante un artículo publicado el pasado viernes 21 de octubre.
Teoría
Los análisis científicos contaron con datos de encuestas y muestras de sangre de 928 adultos con edad promedio de 65 años provenientes de los Estados Unidos. Se estudió en detalle la relación entre los síntomas posteriores a la vacunación auto informados y las respuestas de los anticuerpos recolectando muestras de manchas de sangre seca de los participantes en febrero de 2021, el mismo mes en que se invitó a los encuestados a completar cuestionarios sobre su historial de vacunación contra el Coronavirus.
Todos los participantes del experimento fueron vacunados con dos dosis de Pfizer-BioNTech o Moderna COVID y aproximadamente la mitad de las personas notificó sentir fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos, dolores de cabeza o fatiga, después de cualquiera de las dosis de la vacuna, un 12 % dijo aseguró haber tenido síntomas de dolor en el brazo o sarpullido cerca del lugar de la inyección mientras que el 40 % no informó ningún efecto secundario.
Resultados
Aunque las conclusiones reflejaron respuestas inmunitarias en casi todos los vacunados, el resultado final detalló una mayor reactividad de anticuerpos en todos los individuos que aseguraron sentir síntomas pos-vacunales. Entre los que tuvieron efectos secundarios después de ser vacunados, se encontró que el 99 % había tenido una respuesta de anticuerpos a la inmunización, en comparación con el 98 % de la cohorte asintomática.
Estos resultados asegurarían que los efectos secundarios de una vacuna son una señal de que la inmunización está funcionando, no obstante, los especialistas advierten que no experimentar síntomas después de la vacunación no significa que no haya habido una respuesta inmunitaria, y no hay evidencia científica importante de que las personas con efectos secundarios más evidentes estén mejor protegidas.
