La limpieza del hogar debe comprender varias zonas, muchas de las cuales se nos hacen con frecuencia tediosas de limpiar. Cada zona de la casa se debe limpiar de una forma indicada; no será lo mismo la cocina que el baño, más todavía cuando ingresan agentes específicos de cada ambiente (por ejemplo en la cocina hay grasa adherida a los azulejos y en el cuarto de aseo encontramos moho).
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Es por esto que hoy te contaremos un par de truco específicos para dejar los bordes relucientes y brillantes de tu baño, una zona a la que muy poco queremos dar atención.
Con el pasar del tiempo, diversos tipos de suciedad se adhieren al baño y mientras más tiempo pase, más difícil será quitarlo. Pero, que no cunda el pánico, pues todo esto aún tendrá solución. Para empezar, se debe de remover cualquier exceso de mugre de las áreas que se busque limpiar, quitando cualquier tipo de baba de la superficie porque ahí se suele acumular humedad y las manchas verdes.
El bicarbonato será tu mayor aliado
Después de esto, el truco estará en una combinación infalible, compuesta por bicarbonato de sodio y jabón para platos. La mezcla se elaborará con dos cucharadas de bicarbonato y un chorrito de jabón, preparándola para la limpieza de los bordes del cuarto de aseo.
Esta mezcla luego debe aplicarse en las áreas sucias y se dejará reposar 30 minutos. Pasado este tiempo, con ayuda de un cepillo para de dientes, se tallará profundamente.
A continuación, se agregará vinagre blanco a esta tarea. En un atomizador, debes agregar una porción de vinagre blanco y una de agua para rociar sobre la suciedad. Luego se deja actuar durante 10 minutos y se remueve con agua tibia para eliminar los restos que pudieron haber quedado. Esta sustancia eliminará el moho de manera natural gracias a sus propiedades antifúngicas y antibacterianas, por lo que también ayudará a prevenir que vuelva a ensuciarse por un tiempo.
Luego de haber realizado estos pasos, se puede trapear normalmente con los productos de limpieza habituales; siempre recordando hacerlo con frecuencia, para que no se vuelvan a llenar de moho los lugares.