Desde la llegada de la pandemia por el COVID-19 a principios del pasado 2020, el mundo entero dio un cambio radical con respecto a todo su desarrollo y transitar, entre dichas características se encuentran sin duda alguna las modalidades de trabajo. Para evitar la propagación del virus el “home office” fue por excelencia una de las medidas más implementadas en todo el planeta.
Casi tres años después de a poco se está volviendo a la normalidad, sin embargo, son muchas las empresas y las personas las que adoptaron por completo trabajar desde casa por diversos beneficios, tanto laborables como personales y saludables. Trabajar para uno mismo o manejar los horarios puede una mayor flexibilidad y autonomía que aquellas que participan de una estructura de trabajo más tradicional, bajo relación de dependencia.
Salud de las mujeres por trabajar Freelance o Home Office
Una investigación en los Estados Unidos publicado en BMC Women’s Health y basados en datos de un gran estudio de salud y jubilación a largo plazo en la Universidad de Michigan, determinó que las mujeres que trabajaban por cuenta propia tienen menos probabilidades de tener presión arterial alta, diabetes y obesidad. Así también, al poder disponer y manejar sus horarios, pueden contar con más cantidades de horas para poder realizar diversas actividades físicas con respecto quienes dependen de un horario de oficina.
Emily Lau, cardióloga del Hospital General de Massachusetts y una de las autoras de la investigación, indicó que: “El estudio saca a la luz que en realidad puede haber beneficios relacionados con la salud al permitir que las mujeres se hagan cargo de su empleo y la forma en que eligen trabajar. Es realmente oportuno, ya que, como sociedad, la pandemia nos enfrentó a preguntas sobre cómo deberíamos imaginar los entornos de trabajo y si las estructuras laborales tradicionales ofrecen la mejor manera de desarrollo”.