Si alguna vez estuviste en México, sabrás que una de las bases principales para todas sus comidas y platos pasa de mediana y gran escala por el picante. Por cultura o gustos, en muchas partes del mundo este condimento es usado por millones de personas, no obstante, son también muchos quienes no toleran su fuerte sabor.
Normalmente cuando no se soporta algún alimento que contiene picante, lo primero que se recurre para calmar el ardor en un vaso de agua fría, sin embargo, esto en vez de ser una solución puede a llegar a convertirse en un problema mayor ya que la capsaicina (componente activo de los ajíes picantes, conocidos también como chiles) es insoluble en agua.
Cómo aliviar los efectos del picante
Entre los métodos comprobados por especialistas con respecto al alivio del ardor por consumo de picante se destacan la leche, manteca, aceite y cremas, ya que su contenido graso es capaz de controlar la situación. Como medidas secundarias también pueden ser el pan, la azúcar e incluso la sal pueden combatir los efectos de distintos tipos de picantes.
Otro remedio puede ser ingerir un vaso de cerveza o una copa de vino después de comer alimentos picantes porque el alcohol diluye la capsaicina que reside en el paladar, eso sí, siempre y cuando dichas bebidas contengan más de un 5% de etanol, un compuesto químico conocido también como alcohol etílico. De lo contrario, su poder será similar al del agua, es decir, inexistente.
Judith Torrell, diplomada en Nutrición Humana y Dietética de España, indicó en en la revista de salud Elsevier que: “ante una elevada exposición a alimentos picantes se puede experimentar una resistencia de los receptores de la capsaicina, aumentando así la tolerancia a la sensación de picor, como ocurre en países como México. Mientras que los europeos empiezan a sufrir ardores en alimentos con grados de 5.000 SHU (escala Scoville) como los pimientos del padrón picantes, los mexicanos son capaces de tolerar chiles de hasta 20.000 SHU”.