Un dentista americano llamado Horace Wells por allá en el pasado 1844 fue el gran responsable y protagonista de lo que es considerado todavía en la actualidad como uno de los inventos más significativo en toda la historia de la medicina. Cabe destacar que no fue el primero en indagar en ese universo ya que registros históricos aseveran que años antes varios científicos realizaron experimentaron con gases para contrarrestar el dolor, no obstante, pocos de ellos se hicieron público y ningún hallazgo fue autentificados.
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Tanto en el mundo médico y dental, la anestesia es por excelencia el gran aliado entra médicos y pacientes para poder indagar a fondo mediante intervenciones quirúrgicas en distintas problemáticas de la salud y por supuestos sus soluciones.
Anestesia dental
Con respecto a la odontología, sin duda alguna, el invento de la anestesia fue un verdadero antes y después. Traumático, doloroso e incómodo son sensaciones cuando toca recurrir a las consultas dentales, incluso con la utilización de la anestesia, lo que hace pensar lo difícil que tuvo que ser para la humanidad antes del revolucionario invento que data desde hace 178 años atrás.
Es cierto que puede existir la probabilidad de que se generen complicaciones con respecto a la anestesia local, sin embargo, las estadísticas reflejan que en la actualidad y con los avances odontológicos, dicha problemáticas suelen ser muy pocas. Igualmente, cualquier procedimiento no está exento de riesgos y es obligatorio que el profesional esté formado para prevenirlos, reconocerlos y para tratarlos.
Jeringa
La más común y utilizada en el mundo de la odontología es la jeringa tipo Carpule, la cual es la encargada de la administración de anestésicos locales y también es utilizada por otras especialidades médicas y veterinarias. Está compuesta por dos tubos de poliestireno, un tubo de acero hueco y tapones de goma que permiten el paso del aire entre ellos. Dicha jeringa es especial ya que brinda seguridad en la manipulación de la aguja en la cavidad bucal.
Luego de ser implementada en alguna zona dental, los efectos de la anestesia duran alrededor de 3 horas y media y con el pasar del tiempo poco a poco el paciente irá recuperando la sensibilidad y movilidad por completo.