Conseguir un buen hotel puede ser un verdadero sufrimiento, ya sea por asegurar una buena atención, un precio adecuado o hasta por la zona en la que se encuentra y las comodidades que puede ofrecer. Pero muchas veces puede pesar más toda la historia que hay detrás del establecimiento, como es el caso del Nishiyama Onsen Keiunkan, que lleva más de 1000 años funcionando.
Como muchas otras cosas en Japón, la industria hotelera tiene una enorme tradición que resiliencia y honor, sin importar por que cosas pase el país, muchas de las empresas e instituciones se mantienen abiertas y funcionando por la mayor cantidad de tiempo posible y casi siempre pasando de manos dentro de una misma familia a través de los siglos.
Con más de 1000 años abierto, este es el hotel más antiguo del mundo
Con un puesto más que ganado en el libro de los récords Guinness, el Nishiyama Onsen Keiunkan se encuentra a 2 horas del mundialmente famoso monte Fuji, en la zona montañosa de Akaishi, donde lleva 1315 años funcionando bajo la dirección de 52 generaciones de la misma familia.
A pesar de lo que muchos podrían pensar, no se trata de un enorme hotel, sino de un establecimiento tiene tan solo 37 habitaciones, las cuales se han mantenido con un tratamiento y agenda muy exclusiva a lo largo de los años. La experiencia pretende acercar a sus huéspedes lo más posible a la naturaleza del lugar.
Las aguas termales naturales son una de sus mayores atracciones, pues pueden llegar a unos relajantes 25 grados y son ricas en nutrientes minerales, los cuales se utilizan en una serie de terapias que ofrece exclusivamente el lugar.
El secreto del hotel más longevo del mundo
Si bien el Nishiyama Onsen Keiunkan fue renovado en 1997 para fortalecer su estructura, los principios familiares se mantienen iguales, en búsqueda de la excelencia y la dedicación absoluta a sus clientes, soportado por su mezcla de arquitectura clásica japonesa e industrial.
Este hotel es uno de los mejores ejemplos del fenómeno de los shinise, también conocidos como “negocios milenarios”, los cuales nacen de la gran dedicación e importancia que se le da al legado familiar en japón, dando como resultado algunas de las empresas y establecimientos más antiguos del mundo, muchas veces cercanos o sobrepasando los 100 años.