Es importantísimo el poder realizar el debido proceso de descanso, respetando los estándares recomendados por especialistas de ocho horas nocturnas y si es posible, un breve descanso vespertino o siesta. El cuerpo necesita sí o sí recuperar en las noches las energías perdidas en el transcurso del día ya que está comprobado científicamente que el insomnio, pueden conducir a un comportamiento egoísta.
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Para entrar más en detalle de los diversos efectos negativos por el mal dormir, una reciente investigación por parte de un grupo científico en los Estados Unidos, determinó que se puede lograr niveles críticos de hasta un 78% de disminución del entusiasmo al momento de afrontar las actividades diarias, denotando una marcada actitud negativa y de desánimo.
Mal dormir=Mala actitud
El estudio contó con 160 participantes voluntarios de distintas edades, quienes luego de varios días de sueños, completaron un cuestionado denominado “altruismo autoinformado”.
Matthew Walker, profesor y coautor del estudio en la Universidad de California, Berkeley, explicó que: “Descubrimos que la pérdida de sueño actúa como un desencadenante del comportamiento asocial, reduciendo el deseo innato de los humanos de ayudarse unos a otros. En cierto modo, cuanto menos duermes, menos sociable y más egoísta te vuelves”.
La determinación científica fue dada a conocer en una publicación de la revista médica PLoS Biology, en el que se conoció en detalle cómo el equipo sugiere que un déficit crónico de sueño podría dañar los lazos sociales y comprometer los instintos altruistas que dan forma a la sociedad. “Teniendo en cuenta la esencialidad de que los humanos ayuden a mantener sociedades cooperativas y civilizadas, junto con la fuerte erosión del tiempo de sueño en los últimos 50 años, las ramificaciones de estos descubrimientos son muy relevantes para la forma en que damos forma a las sociedades en las que deseamos vivir”.
Buen dormir
Los especialistas indican que la problemática puede ser controlada siempre y cuando las personas tengan la capacidad de realizar correctamente el proceso de dormir que garantice una verdadera recuperación del sueño. “La nota positiva que surge de todos nuestros estudios es que, una vez que el sueño es adecuado y suficiente, se restaura el deseo de ayudar a los demás, pero es importante tener en cuenta que no solo la duración del sueño es relevante para ayudar. Descubrimos que el factor más relevante era en realidad la calidad del sueño, más allá de la cantidad de sueño”.
