Cualquier actividad que tenga que ver con correr y manejar bicicleta cuenta con diversos beneficios para la salud humana, bien sea desde el lado psicológico como en el estado físico. Ambos ejercicios son capaces de fortalecer la resistencia y son esenciales cuando se quiere recurrir a una recuperación por lesión o si se quiere lograr algunos kilos de más.
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Sin embargo, es importante saber e identificar las diferencias que tienen ambas prácticas para poder determinar en qué momento y para qué puede ser útil implementar su utilización. También es importante entender qué, de acuerdo a lo que se quiera lograr, los tiempos de dedicación que se tienen que destinar.
Beneficios de ambas prácticas
Un estudio de la Universidad de Loughborough, en el Reino Unido, indicó que al practicar estos ejercicios por más de una hora, los participantes mostraron una disminución en la grelina, la hormona que estimula el hambre.
Con respecto a algunos datos de sus diferencias si se quiere quemar calorías, correr es más efectivo y puede ayudar a adelgazar más rápido que la bicicleta. El ciclismo, en cambio, es más recomendado para las articulaciones, lo que permite hacer ejercicio durante más tiempo y, en consecuencia, quemar más.
Según una investigación del Colegio Americano de Medicina Deportiva, correr quema alrededor de 566 a 839 calorías por hora, mientras que andar en bicicleta a una velocidad vigorosa quema de 498 a 738 calorías por hora.
Diferencias
El ciclismo puede ayudar en el desarrollo de los músculos de la parte inferior del cuerpo, en cambio correr no creará volumen, pero ayudará a desarrollar músculos más fuertes y tonificados. Otra diferencia radica en que la bicicleta es una disciplina más adaptable al estado físico de cada persona.
Correr es un entrenamiento de alto impacto que pone mucho estrés en sus articulaciones, por lo tanto, el riesgo de lesiones por uso excesivo es mayor que en el ciclismo. Aproximadamente, el 60% de los corredores tendrá una lesión que les impida correr en algún momento.