Muchos lo tienen como un estilo de vida, otros como una simple distracción y algunos como una medida de reto para poder vivir la experiencia y entender de qué trata participar en una maratón, sin importar el tiempo de duración y la cantidad de kilómetros en el recorrido.
Para cualquiera opción, diversos especialistas aseguran que el quid del asunto radica en conseguir la resistencia física requerida para la ocasión, obviamente situación que no se encuentra de un día para el otro y que el eje principal de todo es una correcta y estricta preparación previa.
Parte de la preparación
En la actualidad deportiva y física se encuentran varios entrenamientos que al trabajarlo de la manera adecuada garantiza une mejoría significativa con respecto a la velocidad y la resistencia. Esto es conocido como sesiones progresivas, en las que el corredor se concentra en realizar de manera gradual una combinación de ambas características.
El desarrollo progresivo es de vital importancia, sobre todo cuando se trata de nunca saltarse las etapas correspondientes e ir desarrollando y preparándose sin apuros. Por ello, la recomendación es comenzar a correr en los primeros tramos sin tanta exigencia y, de manera escalonada, aumentar los niveles de intensidad hasta llegar a la velocidad estimada y planificada de acuerdo a la carrera que se va a afrontar.
8 kilómetros
Cuando hablamos de esta cantidad de recorrido, es importante aclarar que antes de llegar a disputarla es importante haber realizado previas carreras de 3 y 5 kilómetros. Al ser más exigente, la recomendación y preparación para 8 K es:
· Una correcta entrada en calor al trote de 2 K.
· Realizar el aumento de la velocidad a partir de los 2 hasta los 5 K de manera progresiva.
· Tener en cuenta la importancia de los ritmos para evitar fatigas debido a la aceleración y desaceleración.
· Por último, el tramo final de los mil metros mantener el mismo ritmo al igual que la entrada en calor de los primeros 2 K.