Con el pasar del tiempo y el avance tecnológico, se actualizó todo el sistema de computadoras. Si rememoramos sus principios en la década de los setenta y lo comparamos con la actualidad 50 años después, entre los notables cambios se destaca su tamaño.
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La llegada de la Notebook, conocida también como laptop, simplificó todo gracias a su comodidad, tamaño y fácil manera de traslado, a diferencia con las máquinas de mesa originales que por su tamaño de CPU y monitor, más la separación del teclado, mouse y otros artefactos complementarios, se hacía bastante difícil moverla de un lado a otro.
Pero como todo en la vida, los beneficios vienen acompañados con “contras”. Con la integración en el mismo lugar del teclado y la pantalla, los artefactos portátiles no permiten una adecuada posición corporal ergonómica y esto puede ser el desencadenante de varias afecciones para la salud humana.
Problemas
La terminología “laptop” en inglés significa “sobre la falda”; y en esto se basó su creación con la idea principal de usarla en cualquier parte. Funcionó a la perfección, sin embargo, cuando se coloca como por ejemplo en las piernas, en la cama o en una mesa, mayormente la pantalla no queda en la misma altura de los ojos y ahí es donde comienza el problema, ya que de manera automática y sin darnos cuentas se inclina y encorva el dorso.
Si eres de las personas que utiliza la Notebook de esta manera entre 5 y 8 horas por día, lo más seguro es que con el pasar del tiempo comiences a sufrir problemas de salud, muchas veces serios si no se toman las previsiones pertinentes.
Por eso es de suma importancia hacer las correcciones debidas y a tiempo para evitar males mayores, en especial en zonas fundamentales del cuerpo como lo son la espalda, cuello y coxis.
Recomendaciones
- Lo ideal es colocar el monitor y la notebook en una mesa lo suficientemente alta como para que su superficie forme una línea con los codos, o bien esté justo por debajo de ellos.
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- La distancia recomendada entre los ojos y la pantalla es de 50 a 80 centímetros.
- La línea superior de la pantalla no debe estar por encima del nivel de los ojos. Según los expertos, esto ayuda a evitar las posturas forzadas y alivia la fatiga ocular.
- Usar un soporte de computadoras para darle la altura y distancia adecuada.
- Si no te alcanza para comprar el soporte, una idea fácil es incorporar una “montaña” improvisada de libros para evitar doblegar el cuerpo.
- La espalda siempre debe estar recta, para evitar posibles dolores y lesiones durante la jornada de trabajo.
- Un mouse externo es de gran ayuda para la movilidad del brazo derecho y evitar la rigidez.
- Si hay un teclado externo, este debe ser lo más plano posible y tener poca o ninguna inclinación.