Para la psicóloga Patricia Faur, “los celos son una emoción humana, normal y no patológica. Si bien pueden llegar a niveles patológicos, en principio forman parte de la evolución de cualquier sujeto; son momentos de la vida evolutiva”.
Claro está, dicha normalidad se acaba cuando la persona ve algo que no existe y que en realidad puede tener que ver con una proyección suya. Se tratan de celos que no dejan vivir en paz a la persona que los siente y se transforman en una obsesión.
¿Cuándo pueden llegar a destruir una relación?
De acuerdo a la especialista, “esto puede suceder cuando en realidad las conductas que se desprenden de esos celos son absolutamente desproporcionadas, cuando empiezan a ser obsesivas, irracionales”.
De esta manera, los celos y la desconfianza afectan la relación de una manera devastadora porque la confianza es el pilar sobre el cual se construye una relación, entonces cuando ésta se empieza a resquebrajar, comienza una escalada de sospechas que arrastra muchas otras cosas como el control, persecuciones y acusaciones.
Todo esto va generando una situación de estrés, angustia e incertidumbre en la relación.
¿Los celos se dan más en hombres o en mujeres?
Se dan en ambos, pero de manera diferentes. Los celos de los hombres apuntan más a lo sexual, y están principalmente focalizados en el engaño sexual. Los celos femeninos tienen mucho más que ver con el amor.
Pero independientemente de quien los sienta, cuando se vive así se pasa de un estado de alarma normal a un estado de alerta patológico. Ese es el estrés crónico que causa hasta enfermedades ya que empieza a hacer daños a nivel emocional con depresión y niveles muy altos de ansiedad, y en el resto del organismo con gastritis, úlcera, colon irritable y dolores de cabeza.