La experiencia femenina con respecto a cómo se enfrenta la inevitable menopausia no es la mejor de toda y muchas veces se presentan diversos trastornos psicológicos, por eso, varios especialistas intentan disminuir la estigmatización y crear más conciencia pública que ayude a las mujeres que lo padecen.
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Expertos en The BMJ, una revista médica publicada semanalmente en el Reino Unido, advierten que tratar la menopausia como una deficiencia hormonal es inexacto y alimenta expectativas negativas que podrían ser perjudiciales para las mujeres. El evento es natural para la mitad de la población, pero la experiencia varía considerablemente entre las mujeres y en la misma mujer a lo largo del tiempo.
Distintas perspectivas
Con respecto a cómo se puede manejar la llagada de la menopausia muchas veces es asimilada de distintas maneras. Algunas mujeres soportan los episodios de calor o transpiración nocturna con diversos tratamientos de terapia hormonal, mientras que otras se obligan aceptarlo, consideran que es un proceso natural y prefiere no tomar medicamentos.
Investigadores de la Universidad de Melbourne y el Royal Women’s Hospital Victoria, Australia, indican que es urgente una narrativa más realista y equilibrada que desafíe activamente el edadismo de género. Por ejemplo, los estudios cualitativos muestran que las mujeres reportan consecuencias positivas y negativas de la menopausia. Los resultados positivos incluyen la ausencia de la menstruación, los síntomas premenstruales y la necesidad de anticoncepción.
Aceptación y valoración
Lamentablemente por décadas los medios comunicacionales, de cine y televisión valoran a las mujeres sólo por su juventud e incluso por la fertilidad, situación que ha hecho que distintas sociedades relacionen a la menopausia con algo totalmente negativo.
Los autores del estudio comentan que la creencia de que el envejecimiento puede retrasarse o revertirse mediante la terapia de reemplazo hormonal (TRH) persiste y se ve reforzada por los medios de comunicación, la literatura médica y la información para las mujeres, a menudo impulsada por intereses de marketing.
La medicalización con su enfoque estrecho en los síntomas lleva a las mujeres a esperar lo peor. Esto puede afectar directamente la forma en que experimentan la menopausia, ya que las mujeres con expectativas negativas son más propensas a tener síntomas problemáticos. Después de la menopausia, las mujeres tienen actitudes más positivas, “lo que sugiere que las expectativas negativas mediadas socialmente no siempre coinciden con la realidad de las experiencias de las mujeres”.