Se acostumbra a pensar que estar de buen o mal humor depende de las preocupaciones del momento, las tendencias de la personalidad o las ocupaciones cotidianas.
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Sin duda todos esos aspectos influyen sobre el estado de ánimo, pero muchas personas no saben que la dieta también es importante.
Energía a largo plazo
De acuerdo a un artículo de la Revista Cuerpo Mente, los alimentos más indicados para mantener el ánimo y desarrollar las actividades que uno se propone a lo largo del día son los que producen una liberación paulatina de la energía, son los llamados hidratos de carbono de absorción lenta como los cereales integrales y las legumbres.
Flujo de neurotransmisores
Aunque el organismo posee mecanismos que mantienen el equilibrio en la síntesis de estas sustancias químicas, las proteínas favorecen la producción de dopamina, un neurotransmisor relacionado con la capacidad de mantenerse activo y animado.
El exceso de dopamina se asocia con la irritabilidad y los cambios de humor, mientras que la deficiencia está relacionada con la depresión y la ansiedad. En cambio, los hidratos de carbono aumentan la absorción de los aminoácidos necesarios para la síntesis de la serotonina, la sustancia neurotransmisora implicada en el sentido de calma.
Otros nutrientes que también están implicados en la síntesis de neurotransmisores son las vitaminas B6 y B12, el zinc y el magnesio. Asimismo, las vitaminas del grupo B en conjunto son necesarias para el equilibrio del sistema nervioso.
La química del humor
Los alimentos también pueden inhibir o promover la liberación de endorfinas, unas sustancias a las que han llamado “hormonas de la felicidad” porque su flujo provoca sensación de bienestar y alivia o elimina el dolor. Una forma de elevar sus niveles es tomar alimentos ricos en fenilalanina como la carne vegetal elaborada a partir del gluten del trigo.
