Seguro que alguna vez, al despertar por la mañana, te ha dolido el cuello al intentarlo girarlo después de dormir en una mala postura o con una almohada demasiado alta. O bien has notado ese mismo dolor tras pasar demasiado rato hablando por teléfono con el aparato sostenido entre hombre y cuello.
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En ambos casos, seguramente alguno de los músculos de esa zona habría sufrido una fuerte contractura, que es lo que llamamos tortícolis. Esta puede ser también consecuencia, no solo de mantener posturas forzadas durante mucho rato sino de sobreesfuerzos musculares realizados al tener los músculos fríos (como cargar un mueble o cajas con pesos).
De acuerdo a la Revista española Saber Vivir, existen sencillos ejercicios y muy eficaces para reducir la tortícolis y aliviar el dolor que provoca.
Ejercicios que puedes hacer en casa
De pie frente a un espejo
- Colócate con las piernas algo separadas y las rodillas un poco flexionadas. Eleva un hombro hacia arriba, en dirección de la oreja (sin ladearla), manteniendo el brazo estirado y cerca del cuerpo. Ve haciéndolo también con el otro hombro de forma alterna. El espejo te ayudará a asegurarte de que estás realizando bien el movimiento.
- En la misma posición anterior, “dibuja” círculos hacia adelante y hacia atrás con un hombro y después con el otro, por separado.
Sentado en una silla
- Con la espalda recta apoyada en el respaldo y los pies en el suelo, acerca la barbilla al pecho y ve girando poco a poco hasta llevarla cerca de un hombro y después hacia el otro.
- Realiza el mismo ejercicio que antes, pero añádele ahora otro movimiento: lleva la barbilla también hacia el lado dónde está la contractura y mantén igualmente la posición durante unos segundos.