En a actualidad se ven muchos casos de acoso, maltrato o, como se conoce ahora, bullying. A tal punto que para muchos padres las escuelas representan sitios nada confiables, donde sus hijos no están a salvo debido a ciertos niños acosadores que andan constantemente buscando víctimas.
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Por ello, es de suma importancia que padres y maestros estén atentos y conozcan cuál es el perfil de un niño abusador.
Según la Cuenta de Instagram de psicología infantil, Psico Play, hay características generales que podemos distinguir:
¡Atención a estos rasgos!
- Asume el rol de líder ante un grupo de alumnos de características psicológicas parecidas o que buscan reconocimiento e integración en el grupo
- Su comportamiento en el aula se caracteriza por las salidas de tono, por las bromas fuera de lugar e incluso actitudes desafiantes frente a profesores y compañeros.
- Es posible que pertenezca a una familia desestructurada, con antecedentes de violencia doméstica.
- El agresor aprende a conseguir lo que quiere mediante el empleo de la fuerza o intimidación física y/o psicológica, utilizando el poder del miedo como un fuerte elemento de control sobre el grupo.
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- Suele tener una personalidad irritable y agresiva, por lo que sus reacciones pueden ser impulsivas y es físicamente fuerte
Así mismo, en la mencionada fuente señalan que:
Existen dos tipos básicos de acosadores: el proactivo y el reactivo.
- El primero actúa por iniciativa propia: suele tener un comportamiento impulsivo, disruptivo, dominante o antisocial y presenta un modelo relacional basado en la dominancia-sumisión y una escasa empatía y asertividad.
- El segundo, en cambio, reacciona de manera agresiva cuando se siente atacado porque no sabe manejar de otra forma la rabia, la frustración o la tristeza. Presenta un perfil predominantemente ansioso, con baja autoestima y pocas habilidades sociales.
- En los dos tipos, existe un déficit importante en la identificación y la gestión de las emociones propias y externas, además, en muchos casos el acosador ha sido víctima de otras situaciones de abuso.
- En el fondo se sienten raros, pero hacen un esfuerzo para imputar esta situación a las víctimas. Cuando no son los líderes del acoso, son jóvenes fácilmente influenciables por otros.