De los profesionales de la medicina, tal vez sea el odontólogo uno de los más temidos, de allí surge la odontofobia o miedo al dentista de la cual hablamos en artículos preliminares.
Debido a lo anterior, el odontólogo debe ser muy preciso en su diagnóstico y en el tratamiento que aplique y no trabajar sin antes observar el estado de las piezas dentales del paciente.
Para ello, este requiere de una radiografía panorámica, recurso que le permitirá trabajar con concisión y con el mínimo margen de error.
Importancia de la radiografía panorámica
En el portal de la clínica dental española Inter Oralia, se afirma que “antes de proceder a realizar cualquier tratamiento, el dentista realiza una valoración personalizada en donde lleva a cabo todas las pruebas y observaciones encaminadas a realizar un completo estudio sobre el estado del aparato bucodental del paciente”.
Señala la Odontóloga Teruelo De Luis que “una vez que hemos realizado una radiografía panorámica, hago una exploración de la boca y comento con el paciente sobre las patologías existentes, en el caso de haberlas, y de los tratamientos a aplicar de manera totalmente personalizada”.
Así mismo, en el citado sitio web se agrega que “la radiografía panorámica es la prueba diagnóstica más importante dentro de las que se realizan en la primera visita a la clínica dental, por tanto, nos permite observar el estado de los dientes, de los huesos maxilares, articulación temporo-mandibular (ATM), ligamentos, etc, con una gran nitidez. Esto nos ayuda a observar de manera general y completa el estado bucal de nuestros pacientes y, a partir de ahí, diagnosticar y tratar los problemas dentales”.
¿Emite mucha radiación la radiografía panorámica?
Los expertos señalan que, en la actualidad, y gracias a la tecnología digital, las radiaciones emitidas por los aparatos de rayos X panorámicos digitales son muy reducidas en comparación con las máquinas más antiguas. Por esta razón no debemos tener miedo a realizarnos esta radiografía.