Es fundamental y primordial una adecuada y correcta alimentación desde los primeros años de vida en cualquier ser humano, muchas veces de esta característica depende la calidad de vida y desarrollo en las etapas de la adultez y, sobre todo, la vejez.
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Lamentablemente la información sobre la dieta en niños no es la mejor, ya que datos del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), se conoció que uno de cada tres menores en edades escolares sufre algún grado de obesidad y sobrepeso.
Por eso, el centro de varias investigaciones y recomendaciones es crear hábitos saludables de alimentación desde la primera edad del crecimiento, basada en varias características elementales: cuatros comidos al día, equilibrada, variada y balanceada.
Dieta equilibrada en niños
Para aportar datos comprobables, tomamos parte de las recomendaciones por parte de la especialista, Daniela Natale, miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición, emitidas en el medio clarín.
Entre los consejos más importantes, Natale destaca la importancia de la vianda o lonchera en el proceso escolar: “Siempre que sea posible, deben contener frutas, verduras, cereales integrales y alguna porción de carne. En ocasiones, puede colocarse una porción de tarta de vegetales o algún sándwich bien completo. Siempre incluir una fruta de postre y una botella de agua”.
Daniela Natale asegura que algún hidrato de carbono como pueden llegar a ser el arroz, pastas, quinoa, maíz o proteínas como pollo carne y pescado puede ser algunos de los alimentos que pueden llegar a cumplir con los estándares nutricionales solicitados para una sana dieta infantil. Por supuesto que el complemento elemental llega a ser las frutas y verduras.
Recomendaciones para una sana vianda o lonchera
1. Cuánto más colores con respecto a frutas y verduras, más nutritivo será el plato.
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2. Es importante como postre variar de frutas diariamente.
3. Es fundamental elaborar las viandas un día antes para que así con la heladera se mantengan los alimentos más frescos.
4. Para conservar los alimentos, usar envases que cierren de manera hermética y guardarlos dentro de loncheras térmicas bien higienizadas.
5. Enseñarles a los niños a no apoyar nunca la lonchera en el piso.