A muchos niños les cuesta concentrarse en actividades escolares e incluso les es difícil prestar plena atención a lo que sus padres les dicen.
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Para el sitio web Aula Planeta “la falta de concentración durante el curso escolar es la principal causa de disminución del rendimiento de los estudiantes”.
“Horas vacías delante de un libro abierto pueden significar quedarse atascado en una asignatura o incluso, en el peor de los casos, acabar con la motivación de los jóvenes”.
“La capacidad de atención es una habilidad que el niño va desarrollando a medida que crece. Aun así, esta cualidad se puede entrenar. Existen diversos métodos para conseguir que ésta sea lo más efectiva posible”.
¿Qué juegos se pueden utilizar para mejorar la concentración en los niños?
Según el citado portal, son los siguientes:
- Seguir la aguja del reloj: procura seguir las agujas del reloj el máximo de tiempo posible. Es un ejercicio sencillo y que se puede practicar estés donde estés.
- Aislar sonidos: a primera vista parece fácil, pero no lo es. El primer paso hacia la concentración es saber aislarse del murmullo constante que nos rodea. Si consigues vaciar tu mente y escuchar únicamente el sonido que has escogido aislar, será más sencillo que cuando estudies solo oigas tus pensamientos.
- Copiar dibujos: para dibujar se necesita estar presente y prestar atención. Hay que estar en el mundo que te rodea y ser consciente de tu entorno interno y externo. Este proceso exige un grado de concentración comparable al que necesitas cuando estudias.
- Buscar diferencias: esta actividad requiere de una atención especial a los pequeños detalles para poder detectar las diferencias. Cuando te enfrentas a este tipo de pruebas, fijarte en toda la imagen no te ayudará, debes despiezarla y dividirla en sectores más pequeños.
Por otra parte, la cuenta de Instagram psico.play recomienda los siguientes juegos:
- Sopa de letras.
- Rompecabezas.
- Dibujar y colorear.
- Memoria.
- Laberintos.
Con estos juegos podrás reforzar:
- Atención.
- Concentración.
- Habilidad óculo-manual (es decir, coordinación ojo/mano).
- Espera del turno (si juegan varias personas).
- Seguimiento de instrucciones.
- Fortalecimiento de lazos familiares.