La contaminación sónica en grandes ciudades es un problema que se ha ido incrementando con los años, esto ha ocurrido de forma paralela al hecho de que nuestros hogares son fuente importante de ruido. Seguro si miramos y escuchamos alrededor lo notaremos.
PUBLICIDAD
Señala el Blog de Aegón que “la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado un riesgo más, que crece de forma casi exponencial, el ruido de teléfonos y otros aparatos electrónicos como dispositivos de música”.
“Para la OMS unos 1.100 millones de adolescentes y jóvenes corren el riesgo de sufrir pérdida de audición (un ejemplo es el Síndrome de Meniére) por el uso nocivo de aparatos de audio personales, como teléfonos inteligentes, y por la exposición a niveles sonoros dañinos en lugares de ocio ruidosos, como clubes nocturnos, bares y eventos deportivos”.
¿Cuáles son las consecuencias del ruido?
De acuerdo a la citada organización, hay ruidos con efectos directos y otros con efectos indirectos.
- Efectos directos: los directos parecen claros, un nivel alto de ruido causa efectos directos a la audición. Pero debemos tener en cuenta que su incidencia en la audición puede ser paulatina, que un ruido alto de forma regular y continua puede ir empeorando la audición y hacerlo de forma prematura. Por ejemplo, el ruido de la televisión o de la tablet de los niños dentro del hogar.
- Efectos indirectos: pero los indirectos son en muchos casos más graves. Un ruido ambiental alto, también de forma regular, especialmente por la noche afecta al sueño, genera problemas cognitivos e incluso empeora trastornos cardiovasculares como la cardiopatía isquémica. De hecho, hay incluso estudios que señalan que el ruido del tráfico podría empeorar la diabetes.