Millones de personas en el mundo han hallado solución a sus problemas laborales trabajando desde casa. Sí, que arrancó la pandemia en 2020, las empresas adoptaron el trabajo remoto como una forma de continuar con las actividades en una realidad en confinamiento, en la que la principal recomendación era quedarse en casa.
Por un tiempo, esto resultó ser magnífico para los empleados por distintas razones: mayor comodidad trabajando desde casa, no invierten tiempo ni en traslados ni dinero en transporte, incluso, pudieron ahorrar hasta en ropa.
La poca interacción real entre las personas afecta la creatividad
Pero, al parecer, este trabajo remoto puede afectar en gran medida la creatividad de los trabajadores. Así lo reveló una reciente investigación hecha por la Universidad de Columbia y Stanford, titulada “La comunicación virtual disminuye la generación creativa de ideas”.
“COVID-19 aceleró un cambio de una década hacia el trabajo remoto al normalizar el trabajo desde casa a gran escala. De hecho, el 75 % de los empleados de EE. UU. en una encuesta de 2021 informaron una preferencia personal por trabajar de forma remota al menos un día a la semana, y los estudios estiman que el 20 % de los días laborales en EE. UU. se realizarán en casa después de que termine la pandemia”, manifiestan en el resumen del estudio, publicado en la revista científica Nature.
Durante el estudio, analizaron cómo el distanciamiento entre las personas, la poca interacción, afecta la innovación y la creatividad.
“En un estudio de laboratorio y un experimento de campo en cinco países (en Europa, Medio Oriente y el sur de Asia), mostramos que las videoconferencias inhiben la producción de ideas creativas”, explicaron Melanie Brucks y Jonathan Levav sobre los hallazgos.
“Específicamente, utilizando medidas de mirada y recuerdo, así como análisis semántico latente, demostramos que la videoconferencia dificulta la generación de ideas porque enfoca a los comunicadores en una pantalla, lo que provoca un enfoque cognitivo más limitado. Nuestros resultados sugieren que la interacción virtual tiene un costo cognitivo para la generación de ideas creativas”, concluyeron los autores.