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¡Cuidado! El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) comienza en la infancia

Es fundamental conocer sus síntomas y poder determinar si está presente en los más pequeños.

Es común que se confunda al niño inquieto con el niño con TDAH. Foto: bing.com/images.

Con el pasar del tiempo el estilo de crianza ha cambiado. En la actualidad los padres están más atentos a la salud mental de sus hijos.

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En ese sentido, en conjunto padres y maestros observan constantemente la conducta de los niños para así poder detectar si algo anda mal en ella.

No obstante, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) a pesar de que comienza en la infancia en muchos casos no se reconoce ni diagnostica hasta que la persona es un adulto.

¿Qué es exactamente el TDAH?

El TDAH puede ser hereditario. Foto: bing.com/images.

De acuerdo a una publicación del sitio web especializado en salud Hola Doctor, El TDAH “es un trastorno mental que comprende dificultad para prestar atención, hiperactividad y conductas impulsivas. Esto puede llevar a relaciones inestables, mal desempeño laboral o escolar, y daños en la autoestima, entre otros problemas”.

“Aunque existen muchas investigaciones sobre el TDAH, aún no está claro cuál es su o sus causas exactas. Sin embargo, los profesionales apuntan a la genética o problemas durante el desarrollo”, se acota en el citado portal.

Síntomas del trastorno que se pueden apreciar en la infancia

Una personalidad incontrolable podría ser característica de este trastorno. Foto: bing.com/images.
  • Actividad excesiva o inquietud.
  • Cambios de humor frecuentes.
  • Impulsividad.
  • Poca o nula tolerancia a la frustración.
  • Problemas para realizar tareas y terminarlas.
  • Problemas para concentrarse en una tarea.
  • Problemas para realizar múltiples tareas a la vez.
  • Temperamento irascible.

Los síntomas también pueden variar dependiendo el tipo de TDAH que se presente:

El niño no tiene la capacidad de enfocarse durante su proceso de aprendizaje. Foto: bing.com/images.
  • Cuando predomina la falta de atención: dificultad para terminar una tarea, prestar atención a los detalles o seguir instrucciones o conversaciones.
  • Cuando predomina la hiperactividad/impulsividad: problemas para estar quieto durante mucho tiempo (por ejemplo, para hacer tareas escolares), tendencia a interrumpir constantemente a los demás, y mayor riesgo a sufrir accidentes y lesiones.
  • Tipo combinado: los síntomas de los dos tipos anteriores están igualmente presentes en la persona.

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