Se estima que un niño al terminar su etapa preescolar ya haya aprendido a leer correctamente, aunque sea algunas palabras. De esta manera, tendrá una base en lo que a lectura se refiere cuando entre en la educación primaria. No obstante, esto no siempre sucede así.
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Es deber de los padres o adultos cuidadores, así como de los maestros, observar a los pequeños para determinar qué señales presentan que podrían estar evitando que el aprendizaje fluya como se espera. Para esto, también resulta valioso buscar la ayuda de un profesional, por ejemplo, de un psicólogo infantil, quien podría establecer si el niño sufre de dislexia.
Pero… ¿Qué es la dislexia?
En función de lo señalado en el Portal bbmundo, se define la dislexia como “una condición común que dificulta leer. Algunos expertos creen que entre el 5% y el 10% de la población la tiene. Otros dicen que el 17% de las personas muestran señales de problemas con la lectura”.
“La dislexia no se cura, pero existen enfoques de enseñanza y estrategias que pueden ayudar a mejorar las habilidades lectoras. Personas de cualquier edad pueden ser evaluadas para la dislexia, aunque las pruebas para adultos son diferentes que las de los niños”.
8 síntomas de dislexia
1. Dificultad para distinguir entre derecha e izquierda.
2. Invertir letras, palabras o números después de primer o segundo grado.
3. Dificultad para reconocer patrones, o clasificar objetos por su tamaño o forma.
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4. Dificultad para entender y seguir instrucciones, o mantenerse organizado.
5. Dificultad para recordar lo que se acaba de decir o lo que se acaba de leer.
6. Falta de coordinación al moverse.
7. Dificultad para realizar tareas con las manos, como escribir, cortar o dibujar.
8. Dificultad para entender el concepto del tiempo.