El concepto de la intolerancia al gluten es en ciencia cierta algo muy incierto y confuso. Muchos son los alimentos empacados los que tienen en su etiqueta esta terminología, sin embargo, la mayoría de sus consumidores no saben en realidad de qué trata o el porqué está colocado.
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También son pocos los que saben que cuando se refiere a intolerancia al gluten se puede asemejar con el no poder tolerar el trigo por distintas causas físicas o médicas.
Gluten
Para entender mejor sobre el tema, se puede decir que el gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales como por ejemplo trigo, cebada, centeno, triticale, espelta, algunas variedades de avena, así como sus híbridos y derivados.
Trigo
Sin duda alguna el trigo forma parte de distintos esquemas de dietas en todo el mundo y es una de las plantas más consumidas. Con el pasar de los años este alimento sufrió modificaciones y, además, el consumo elevado hace que los trastornos relacionados con el trigo vayan en aumento.
A continuación, esto son los cuatros trastornos que se pueden adquirir por el consumo de trigo:
Enfermedad celíaca
El gluten del trigo, la cebada y el centeno activan el sistema inmune innato y adaptativo generando múltiples autoanticuerpos que pueden estar dirigidos contra distintas partes del cuerpo como intestino delgado, sistema nervioso, piel, tiroides, páncreas y huesos.
Puede generar un abanico enorme de síntomas o ninguno y estar asociada con otras enfermedades autoinmunes. El diagnóstico se realiza mediante anticuerpos específicos en sangre y biopsia por endoscopia del intestino.
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Sensibilidad al gluten no celíaca
Se cree fuertemente que son proteínas del trigo que reciben el acrónimo de ATIs (inhibidores de amilasa y tripsina) que activan el sistema inmune innato (glóbulos blancos/ linfocitos) que se encuentran en la mucosa del intestino.
Puede generar importantes síntomas digestivos como fatiga, entumecimiento en brazos y piernas, piernas inquietas, temblores, calambres musculares, dolores articulares, dolor de cabeza, malestar general, falta de ánimo, confusión, eccemas, lengua roja o hinchada.
Intolerancia alimentaria
Se produce por una falla en la absorción a nivel del intestino delgado de los azúcares (fructanos) contenidos en el trigo que luego llegan al colon donde está la mayor proporción de flora intestinal.
Actualmente, el trigo sufre modificaciones que le confieren mayor resistencia a las inclemencias del clima y contiene hasta 30 veces más concentración de anti-nutrientes (ATIs), por eso es posible que sea responsable del aumento de este cuadro y la SGNC.
Alergia al trigo
Es una reacción inmunológica mediada con la inmunoglobulina E, ante la exposición a las proteínas del trigo como albúmina, globulina, ATIs, gliadina y gluteninas. Es más frecuente entre los bebés y los niños de uno a dos años. La mayoría supera la alergia al llegar a los 16 años, pero los adultos pueden manifestarla a menudo como una sensibilidad cruzada al polen del césped.
Presentan hinchazón, picazón o irritación de la boca o la garganta, urticaria, sarpullido que provoca picazón o hinchazón en la piel, congestión nasal, dolor de cabeza, dificultad para respirar, cólicos, náuseas o vómitos, diarrea, anafilaxia.