Una investigación presentada en EHRA 2022, un congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), determinó que los pacientes con exceso de peso tienen más chances de sufrir un retorno del trastorno del ritmo cardíaco luego de un procedimiento correctivo que los de peso normal.
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Jacob Toennesen, autor principal del estudio y doctor del Hospital Universitario Gentofte, Dinamarca, informó al respecto que “el riesgo de fibrilación auricular recurrente después de la ablación se incrementó gradualmente a medida que aumentaba el índice de masa corporal (IMC). Nuestro estudio sugiere que se debe aconsejar a los pacientes con sobrepeso que pierdan peso antes de la intervención para mejorar la probabilidad de estar libres de arritmia después”.
Fibrilación auricular
Este trastorno cardíaco es considerado como uno de los más comunes del mundo y es asociado con insuficiencia cardíaca, muerte prematura y accidentes cerebrovasculares (ACV). Juan José Herrera Paz, jefe de Cardiología del hospital argentino Fleni, explicó en Infobae que la enfermedad “tiene una clara asociación con la edad: a medida que envejecemos, más posibilidades hay de tenerla. Genera taquicardia, que es el aumento de las palpitaciones y esas palpitaciones son claramente irregulares”.
Aunque puede presentar varios síntomas como aceleramiento en el latido del corazón, molestia y dolor de pecho e incluso los afectados pueden sufrir descompensación por tal motivo, en muchos casos algunas personas no presentan ningún tipo de señales previos, por lo que es de mucha importancia realizarse chequeos anuales del corazón para no dejar pasa por alto la condición.
Pruebas
Para poder encontrar conclusiones se realizó el estudio con registro de Dinamarca que incluyó 9,229 adultos que se sometieron a una fibrilación auricular por primera vez desde 2010 hasta 2018. Los pacientes se dividieron en cinco equipos según su sobre su índice de masa corporal.
Se consideró que los pacientes habían experimentado fibrilación auricular durante el seguimiento si afirmaban recetas de medicamentos antiarrítmicos, eran hospitalizados debido a fibrilación auricular, se sometían a una ablación o tenían una cardioversión eléctrica que transmite descargas eléctricas al corazón a través de electrodos en el pecho para restaurar el ritmo cardíaco normal.
Al año, en comparación con el grupo de peso normal, los grupos con sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida tenían un 19%, 22% y 32% más de probabilidades de fibrilación auricular, respectivamente. El mismo patrón se observó después de cinco años, con un 15%, 18% y 26% más de riesgos de ritmo cardíaco anormal en los grupos con sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida, respectivamente, en comparación con el grupo de peso normal.