Por siglos el consumo del alcohol es uno de los pasatiempos principales de la humanidad. A modo de celebración e incluso por tristeza, el licor es un factor fundamental de acompañamiento de ciertos momentos y etapas de la vida.
PUBLICIDAD
Lamentablemente millones de personas fallecen anualmente debido a enfermedades generadas por el exceso consumo de alcohol y según un estudio, publicado en la revista Nature Communications, encontró que el consumo de alcohol de ligero a moderado se asoció con reducciones en el volumen cerebral general.
Pero ¿Cuál es la historia y descendencia del consumo de alcohol? Recientemente un estudio científico de la Universidad Estatal de California, Northridge (CSUN), respondió la gran interrogante sobre la atracción de los seres humanos hacia su consumo.
Monos, los pioneros
Según Christina Campbell, primatóloga, antropóloga y autora del estudio, la historia se remonta hace millones de años, cuando los monos se sintieron por primera vez seducidos por el olor de algunas frutas maduras, fermentadas y nutritivas.
La especialista recolectó frutas consumidas y desechadas por los monos araña de manos negras (Ateles geoffroyi) en Panamá. En esto halló que los restos contenían una concentración de alcohol del 1% al 2% por volumen, un subproducto de la fermentación natural por levaduras que comen azúcar en la fruta madura.
Los científicos también recolectaron orina de ese grupo de monos y se determinó luego que contenían metabolitos secundarios de alcohol, lo que demuestra que dichos animales usan el alcohol como energía.
Declaraciones
Antes el hallazgo, Christina Campbell señaló “este es solo un estudio y se necesita hacer más, pero parece que puede haber algo de verdad en esa hipótesis del ‘mono borracho’: que la propensión de los humanos a consumir alcohol proviene de un profunda afinidad arraigada de los primates frugívoros (que comen frutas) por el etanol natural dentro de la fruta madura”.
La especialista estadounidense concluyó que “El estudio es una prueba directa de la hipótesis del mono borracho. Hay etanol en los alimentos (frutas) que comen los monos. Además, comprobamos que metabolizan el alcohol: los metabolitos secundarios, el glucurónido de etilo y el sulfato de etilo que se hallaron en su orina. Lo que no sabemos es cuánto están comiendo y cuáles son los efectos conductuales y fisiológicos”.