Una de las mejores noticia que puede recibir el ser humano, en especial los que intentan ser padres, es cuando se determinó oficialmente la noticia de un embarazo. Por casualidad o por arduos intentos, la llegada en un futuro de un bebé es un gran motivo de felicidad, sin embargo, muchas veces el proceso completo del embarazo no se puede efectuar por distintos problemas.
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Todos los especialistas coinciden en que los primeros tres meses de gestación es el proceso más delicado de todo embarazo. Cuando sucede una pérdida de feto durante el segundo o tercer trimestre es devastador para cualquier persona, en especial, en la mujer.
Las razone de las pérdidas son muchas veces inciertas, pero un nuevo estudio por parte de los investigadores científicos Alexandra Benachi (obstetricia) y profesor Julien Zuber (inmunólogo y médico de trasplantes) en París, Francia, implican vías patogénicas similares a las involucradas en el rechazo de trasplantes.
Investigación
En declaraciones para la revista Elle, el doctor Zuber indicó que la mitad del genoma fetal se deriva del padre. A veces, las proteínas heredadas del padre pueden ser percibidas como extranjeras por la madre en el sistema inmune.
Este fue el momento en que se determinó que “la placenta podía convertirse en un campo de batalla inmune”, indicó Zuber. Este hallazgo determinado por el especialista como “raro pero serio”, puede ser una gran causa para la inminente pérdida fetal.
Pérdidas de embarazo
La investigación también se centró en determinar cómo una mujer tuvo un primer embarazo satisfactorios y en el segundo las complicaciones reinaron e hicieron que se perdiera el feto.
Tanto Zuber como Benachi coincidieron que la mayoría de las veces el primer embarazo sirve como un evento de sensibilización y el sistema inmunológico materno está “preparado por error” contra el paterno. “La primera condición que estudiamos es la llamada intervilositis histiocítica crónica, ocurriendo aproximadamente en 5 de 10.000 embarazos, y se define por una masiva inflamación de la placenta que significativamente reduce el suministro de nutrientes y oxígeno al feto”.
Señales de advertencia
La falta de infección concurrente y la alta tasa de recurrencia durante embarazos posteriores son las principales señales de advertencia. En este contexto clínico, la recomendación de ambos investigadores es “animamos a los obstetras a ponerse en contacto con médicos que hacen trasplantes y con inmunólogos con el fin de realizar investigaciones inmunes”.