Investigadores del Biobanco del Reino Unido realizaron un análisis de más de 300 mil británicos en la base de datos de la organización. Descubrieron que beber una “cantidad moderada” de vino tinto con la comida puede estar asociado con un riesgo reducido de desarrollar diabetes tipo 2.
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La investigación encontró que beber una copa de vino con la cena se asoció con un 14% menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
“Los efectos del consumo de alcohol en la salud se han descrito como un arma de doble filo debido a su aparente capacidad para cortar profundamente en cualquier dirección, dañina o beneficiosa, dependiendo de cómo se consuma”, dijo el autor del estudio, Hao Ma, de Tulane, Centro Universitario de Investigación de la Obesidad en Nueva Orleans.
Tomar un vaso de vino en la cena reduce el riesgo de sufrir diabetes
Al señalar los “resultados mixtos” de estudios anteriores que se centraron en cuánto bebe la gente, Ma dijo que era hora de examinar otros factores. “Muy pocos estudios se han centrado en otros detalles relacionados con la bebida, como el momento de la ingesta de alcohol”.
Los autores del estudio plantearon la hipótesis de que algunas sustancias químicas que se encuentran en el vino, o posiblemente incluso el propio alcohol, podrían alterar la forma en que las personas metabolizan la glucosa, alterando así su riesgo de desarrollar diabetes.
El estudio siguió a poco más de 300 mil adultos y centró su atención en aquellos que se definieron como bebedores moderados. Durante aproximadamente 11 años de seguimiento, 8600 pacientes desarrollaron diabetes tipo 2.
Sin embargo, al ajustar por otros factores potenciales, Hao Ma descubrió que el riesgo era un 14 por ciento más bajo para quienes bebían con la comida, y que la mayor reducción del riesgo se observaba en quienes consumían vino.
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“El mensaje de esto es que beber cantidades moderadas de vino con las comidas puede prevenir la diabetes tipo 2 si no tiene otra afección que pueda verse afectada negativamente por el consumo moderado de alcohol y en consulta con su médico”, dijo Hao Ma.
Los autores del estudio notaron las limitaciones de sus hallazgos y no pudieron establecer su hipótesis con respecto al metabolismo de la glucosa. Otros factores también pueden estar en juego, entre ellos los hábitos alimenticios de quienes consumen una copa de vino con la cena.
Otros expertos avalaron los resultados
Robert Eckel, ex presidente de la American Heart Association, dijo sobre los hallazgos “Estos datos sugieren que no es el alcohol con las comidas sino otros ingredientes en el vino, tal vez los antioxidantes, que pueden ser el factor que podría reducir la diabetes tipo 2 de nueva aparición”.
“Si bien es necesario definir el tipo de vino, tinto versus blanco, y se necesita la validación de estos hallazgos y los mecanismos de beneficio, los resultados sugieren que si consume alcohol con las comidas, el vino puede ser una mejor opción”.
Previo a este estudio, la asociación europea del vino había instado a los políticos europeos a reconsiderar la declaración de que “no existe un nivel seguro de consumo de alcohol”, que provino de un informe de la UE en el Comité Especial para Combatir el Cáncer (BECA), y una afirmación que se basó en una “defectuosa”.
Mientras tanto, un profesor de nutrición afirmó el año pasado que los polifenoles que se encuentran en el vino tinto pueden ayudar a quemar calorías en los alimentos. Puedes leer más sobre eso aquí.
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