La controversia desatada por la película francesa Emilia Pérez ha provocado una reflexión sobre la forma en que el cine internacional, en especial las producciones de Hollywood y Europa, representan los problemas sociales de América Latina, particularmente en lo que respecta al crimen organizado y la crisis que afecta a México.
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La principal crítica recae en la perspectiva externa con la que se aborda la realidad mexicana. Sin embargo, México ha producido varias películas que exploran de manera cruda y directa estos mismos temas, muchas de las cuales pasaron desapercibidas fuera de las fronteras del país.
‘La Ley de Herodes’ (1999)
Dirigida por Luis Estrada, esta película protagonizada por Damián Alcázar se centra en la figura de Juan Vargas, un político corrupto que asciende al poder en un pequeño pueblo mexicano. A través de su historia, La Ley de Herodes expone cómo la corrupción se entrelaza con el narcotráfico y el sistema político, reflejando una dura crítica a las estructuras de poder en México. Esta sátira, aunque icónica dentro del cine mexicano, no logró la misma atención internacional que otros títulos del mismo género.
‘El Infierno’ (2010)
Otro trabajo destacado de Luis Estrada, El Infierno muestra la historia de Benjamín “El Benny” García, un hombre deportado de Estados Unidos que regresa a su pueblo natal y se ve arrastrado por la violencia del narcotráfico. Con una narrativa cruda y directa, esta película explora las consecuencias devastadoras del crimen organizado, pero a pesar de su relevancia, pasó más desapercibida fuera de las fronteras mexicanas en comparación con otras películas que abordan el mismo tema desde perspectivas internacionales.
‘La Dictadura Perfecta’ (2014)
En esta sátira política dirigida también por Luis Estrada, se critica la manipulación mediática y la corrupción que caracterizan al sistema político mexicano. A través de la historia del gobernador Carmelo Vargas, interpretado por Damián Alcázar, la película refleja cómo los vínculos entre los políticos, los narcotraficantes y los medios de comunicación crean una falsa imagen de normalidad y progreso. A pesar de su fuerte mensaje y su mirada crítica hacia la realidad mexicana, La Dictadura Perfecta no recibió el mismo eco internacional que otros filmes de temática política y social.
‘Salvando al Soldado Pérez’ (2011)
Dirigida por Beto Gómez, esta película ofrece una visión humorística y de acción sobre el narcotráfico, siguiendo la historia de un hombre que, en busca de rescatar a su hermano secuestrado, se adentra en un mundo peligroso lleno de traficantes. A través de sus personajes, la película aborda las complejidades del crimen organizado, pero su tono más ligero y su enfoque más orientado al entretenimiento dificultaron que se le diera el reconocimiento necesario dentro de los círculos cinematográficos internacionales.
‘Narcocultura’ (2013)
Este documental dirigido por Shaul Schwarz se adentra en el fenómeno de los narcocorridos, un género musical que glorifica la vida de los narcotraficantes y refleja la realidad de la violencia en México. A través de entrevistas y escenas impactantes, Narcocultura revela cómo la música influye en la percepción de la sociedad mexicana sobre el crimen organizado. Aunque fue aclamado por su enfoque único, el documental no logró la misma visibilidad global que otras producciones sobre el narcotráfico, lo que refleja la desconexión entre el cine mexicano y el público internacional.