La inesperada partida de Carol Acosta, mejor conocida como Killadamente, una de las influencers más queridas de República Dominicana fue sorprendente para todos sus fans. Conocida por su mensaje de amor propio y autoaceptación, la influencer se convirtió en un referente para miles de personas que la seguían y la admiraban por su autenticidad.
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La triste noticia fue confirmada hace algunos días por su hermana, Kathyan, quien, a través de un emotivo mensaje en sus redes sociales, expresó: “Te amo, hermana, y siempre te amaré. Le doy gracias a Dios por darme una hermana como tú con tu gran corazón. Descansa en paz, hermana mía”.
El comienzo de su carrera en redes sociales
Carol Acosta inició su trayectoria en redes sociales en 2015, pero fue en 2017 cuando realmente alcanzó la fama. Su contenido, que promovía la autoaceptación y el amor propio, pronto se ganó el corazón de miles de personas. Fue su carisma y autenticidad lo que la catapultó al estrellato, particularmente por sus mensajes sinceros sobre los problemas que enfrentó desde su niñez, como las burlas por su peso.
En uno de los momentos más recordados de su carrera, Killadamente respondió a las críticas sobre su figura con una frase que la hizo viral: “El 70% del cuerpo humano es agua. Así que yo no estoy gorda, estoy inundada”. Esta declaración no solo la convirtió en un símbolo de empoderamiento, sino que también sirvió para inspirar a otros a abrazar sus cuerpos tal como son.
Su legado
A lo largo de los años, Killadamente compartió momentos de su vida personal, mostrando su transformación física y emocional. Su famoso “roast yourself challenge”, en el que hacía humor sobre sus propios defectos, acumuló más de 40 millones de vistas, consolidándola como una de las voces más auténticas y queridas de las redes sociales. Con más de 600,000 seguidores en Instagram y una comunidad de miles de personas en diversas plataformas, su mensaje llegó a miles de rincones del mundo.
Desde Nueva York, donde residía con su familia, Carol utilizó su plataforma para inspirar a mujeres a aceptar su autenticidad y desafiar los estereotipos impuestos por la sociedad. Su mayor motivación fueron sus dos hijos, de 2 y 4 años, para quienes su lucha por un mundo más inclusivo y libre de prejuicios era una prioridad.