Zendaya, la estrella de Hollywood aclamada por su versatilidad, se enfrentó recientemente a desafíos únicos mientras filmaba la muy esperada Dune: Parte Dos en los paisajes desérticos abrasadores de Jordania.
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La actriz, conocida por su gracia en pantalla, enfrentó una serie de obstáculos que pusieron a prueba tanto su resistencia física como su sentido del humor.
Los Fremen de Dune, una tribu ficticia profundamente conectada a la escasez de agua en su planeta, sirvieron como telón de fondo de las luchas en el set de Zendaya.
Mientras los Fremen diseñan trajes que conservan y reciclan cada gota de humedad, Zendaya tuvo que depender de botellas de agua embotellada para mantenerse hidratada en el entorno desértico implacable.
Así lo mencionó:
«Estábamos en Jordania. Hacía mucho calor, y recuerdo que pensé: ‘Oh, tío, los baños están muy lejos’, porque teníamos que caminar hasta las localizaciones. Si tienes que hacer pis, necesitas al menos 10 minutos para quitarte los trajes. Me decía: ‘Joder, no quiero beber mucha agua. Tenía tanto miedo de orinarme o cagarme encima, sinceramente, en el traje en el set»
«Un día, no bebí lo suficiente y tuve un golpe de calor. Me sentí muy mal. Recuerdo que llamé a mi madre al cuarto de baño y le dije: ‘Me siento fatal’. Me dijo: ‘¿Has bebido agua hoy? Pensé que estaba siendo inteligente, pero no se puede hacer eso. Así que lección aprendida».
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Lecciones aprendidas
A pesar del malestar físico y del susto inesperado para su salud, Zendaya logró encontrar un lado positivo en medio de su desafío.
Caminar a través del terreno arenoso todos los días no solo puso a prueba su resistencia, sino que también la hizo sentirse segura de su apariencia, con la actriz notando humorísticamente que “su trasero lucía genial”.
Fanáticos mencionan que la experiencia de Zendaya filmando Dune: Parte Dos sirve como un testimonio de la dedicación y la resistencia requeridas de los actores que trabajan en entornos desafiantes.
Mientras los fanáticos esperan ansiosamente el lanzamiento de Dune: Parte Dos, las aventuras desérticas de Zendaya ofrecen una mirada al lado menos glamoroso de la filmación, donde los instintos de supervivencia y un buen sentido del humor son tan esenciales como el talento y la dedicación.
