Se podría decir que el 2024 fue el año más difícil y más mediático para la realeza británica, pero la monarquía del resto del mundo también tuvo sus altibajos. Primeramente, y lamentablemente, rey Carlos y la princesa Kate fueron diagnosticados con cáncer con pocas semanas de diferencia. Este año fue donde el público vio el lado más humano de los Windsor
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Mientras que la muerte de inesperada del esposo de Lady Gabriella, Thomas Kingston, cuando ella estaba hospitalizada en verano.
Reyes de Dinamarca
Tras la sorprendente abdicación de su madre, la reina Margarita, tras 52 años de reinado, Federico fue proclamado rey de Dinamarca, convirtiendo a su esposa, nacida en Australia, María, en su reina.
Charles y Kate hospitalizados
A inicios de año, el Palacio de Kensington anunció que la princesa de Gales y el recién rey estaban en el hospital. Kate fue sometida a una cirugía abdominal y, 90 minutos después, informaron que el rey Carlos estaría sometiéndose a un agrandamiento de próstata en el mismo hospital.
Tres noches después, el rey fue dado de alta, pero la princesa Kate estuvo poco más de dos semanas.
Cáncer del rey Carlos y la princesa Kate
El 5 de febrero, el Palacio confirmó que el monarca había comenzado el tratamiento tras ser diagnosticado con una forma no revelada de cáncer. Semanas después, y tras un polémico posteo en Instagram, se informó que se le había diagnosticado cáncer y que se estaba sometiendo a quimioterapia preventiva.
Muerte de Thomas Kingston
El marido de Lady Gabriella Kingston fue encontrado muerto a los 45 años en la casa de sus padres en los Cotswolds el 25 de febrero. Una investigación posterior determinó que el financiero murió a causa de una herida en la cabeza y que se encontró un arma cerca de su casa. Se concluyó que se quitó la vida.
Photoshop de la princesa de Gales
Cuando el Palacio no había revelado el cáncer de la princesa, Kate compartió una fotografía celebrando el Día de la Madre (10 de marzo). Pero la imagen generó controversia por la cantidad de retoques que tenía luego de haber sido manipulada por la misma princesa de Gales.