La actriz Gal Godot reveló que le diagnosticaron “un coágulo de sangre masivo” en su cerebro cuando entraba al octavo mes de embarazo, por lo que tuvieron que realizarle una cirugía de emergencia.
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La estrella, de 39 años, reveló el difícil momento que vivió a través de una publicación en Instagram este domingo. Gadot fue diagnosticada en febrero después de “dolores de cabeza insoportables que la confinaron a la cama” durante semanas.
Resonancia magnética reveló la afección que tenía Gal Gadot
“Finalmente me hice una resonancia magnética que reveló la terrible verdad. En un momento, mi familia y yo nos enfrentamos a lo frágil que puede ser la vida. Fue un duro recordatorio de lo rápido que todo puede cambiar y, en medio de un año difícil, lo único que quería era aguantar y vivir”, escribió. Llegó al hospital y “en cuestión de horas” fue sometida a una cirugía de urgencia, y nació su hija.
“Mi hija, Ori, nació en ese momento de incertidumbre y miedo. Su nombre, que significa ‘mi luz’, no fue elegido por casualidad. Antes de la cirugía, le dije a Jaron que cuando nuestra hija llegara, ella sería la luz que me esperaba al final de este túnel”, explicó.
La madre de cuatro hijos agradeció a los médicos del Cedars Sinai en Los Ángeles por su “atención dedicada”: “Lo superé y comencé el camino hacia la recuperación. Hoy estoy completamente curada y llena de gratitud por la vida que me han devuelto”, añadió en la publicación que lleva casi dos millones de likes y más de 17 mil comentarios.
La actriz aprendió a escuchar su cuerpo
“En primer lugar, es fundamental escuchar a nuestro cuerpo y confiar en lo que nos dice. El dolor, el malestar o incluso los cambios sutiles suelen tener un significado más profundo, y estar en sintonía con nuestro cuerpo puede salvarnos la vida”, escribió.
“En segundo lugar, es importante concienciar a la gente. No tenía ni idea de que a 3 de cada 100.000 mujeres embarazadas de más de 30 años se les diagnostica TVC (un coágulo de sangre en el cerebro). Es muy importante detectarlo de forma temprana porque es tratable”, continuó.
“Aunque es poco frecuente, es una posibilidad, y saber que existe es el primer paso para abordarlo. Compartir esto no tiene como objetivo asustar a nadie, sino empoderar. Si al menos una persona se siente obligada a tomar medidas por su salud debido a esta historia, habrá valido la pena compartirla”.