El famoso cantante Raphael, de 81 años, ha sido diagnosticado con un linfoma cerebral primario, según confirmó su oficina de representación a la agencia EFE.
El artista se encuentra hospitalizado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid desde el 17 de diciembre, tras ser trasladado desde el Clínico San Carlos. Su ingreso ocurrió después de que experimentara dificultades en el habla mientras grababa el especial navideño La Revuelta para TVE.
El diagnostico de Raphael
De acuerdo con el parte médico, Raphael presenta un linfoma cerebral primario, acompañado de dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo, los cuales explican los síntomas neurológicos que experimentó días atrás.
El comunicado también señala que el cantante ya ha comenzado un tratamiento, que continuará de forma ambulatoria, lo que le permitirá ser dado de alta en breve.
“Presenta un linfoma cerebral primario con dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo que justifican los síntomas neurológicos que presentó hace unos días”, indicó el escrito.
¿Qué es un linfoma cerebral?
El linfoma cerebral es un tipo de cáncer que se origina en el cerebro, específicamente en los linfocitos, que son células del sistema linfático y sanguíneo encargadas de combatir infecciones. Según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), estos tumores se localizan en el cerebro por razones aún no comprendidas completamente. Este tipo de linfoma es un linfoma no Hodgkin, que representa alrededor del 1% de los casos de linfoma. Puede afectar, además del cerebro, a los ojos, la médula espinal o las leptomeninges, sin que haya evidencia de propagación en el momento del diagnóstico.
La localización más común de estos linfomas en el cerebro incluye los hemisferios cerebrales, los ganglios basales, el cuerpo calloso y el cerebelo. Los síntomas varían dependiendo de la ubicación de los nódulos cerebrales, y pueden incluir trastornos neurológicos como dificultades en el habla, problemas de memoria, dolores de cabeza, entre otros.
El tratamiento de este tipo de linfoma cerebral generalmente involucra quimioterapia, radioterapia o incluso cirugía, dependiendo del caso específico. La respuesta al tratamiento puede variar, y el pronóstico depende de la etapa en que se diagnostique y el alcance de la enfermedad.