Demi Moore marcó un hito en 2003 al lucir un bikini en la secuela de Charlie’s Angels: Full Throttle, desafiando los estándares de belleza que tradicionalmente limitaban la deseabilidad femenina a la juventud. En una reciente entrevista para Elle, la actriz, ahora de 62 años, reflexionó sobre la polémica en torno a su atuendo, revelando que jamás imaginó que “sería una conversación tan grande”.
Moore destacó que al cumplir 40 años, la sociedad esperaba que su cuerpo ya no fuera considerado atractivo, un estigma que ella decidió confrontar. “Desafié esa norma porque, en ese momento, se asumía que deberías lucir mal a esa edad”, explicó. Para Moore, su papel en la película y en la vida real ha sido inspirar a otros a redefinir los límites impuestos por la sociedad, buscando autenticidad y verdad en uno mismo.
Demi Moore acaba de sorprender a todos con su papel en ‘The Substance’
Aunque reconoce que los estándares de belleza han evolucionado, Moore señaló que el envejecimiento y la menopausia aún generan prejuicios, relegando a las mujeres mayores a la periferia de la deseabilidad. “Las mujeres solían ser casi asexuales tras cierta edad”, comentó, y subrayó la importancia de reevaluar esas ideas desde una perspectiva más inclusiva y respetuosa.
La actriz también abordó estas temáticas en su reciente película The Substance, estrenada en septiembre de 2024, donde interpretó a Elizabeth Sparkle, una estrella de Hollywood que lucha con la presión de mantenerse joven.
El filme muestra las tensiones internas y sociales sobre la búsqueda de la juventud eterna, destacando cómo Moore ha trasladado su experiencia personal a su trabajo artístico. A través de su trayectoria, Moore ha demostrado que es posible redefinir lo que significa ser una mujer deseable, auténtica y poderosa en todas las etapas de la vida.