Los hermanos Menéndez enfrentaron dos juicios, uno en 1993 y otro en 1996. El primero contó con más de 50 testigos y se prolongó casi medio año, entre los testimonios de la fiscalía, la defensa y las deliberaciones.
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Este primero fue uno de los juicios más mediáticos en la historia de Estados Unidos, y uno de los primeros en recibir una cobertura tan intensa. Periódicos y televisoras investigaban, entrevistaban a amigos y conocidos, y cubrían diariamente el caso de los hermanos.
Este enfoque mediático, según varias teorías, habría motivado a algunos amigos y conocidos de Lyle y Erik Ménendez a traicionarlos de manera cínica.
Amigos, ex parejas y conocidos que traicionaron a Erik y Lyle Menéndez
Richard Wenskoski: traicionó a Lyle Menéndez
Unas semanas después de las muertes de José y Kitty Menéndez, Lyle contrató a dos guardaespaldas para que lo protegieran. Según la fiscalía, esta decisión buscaba desviar la atención de las sospechas sobre él y su hermano como autores de los asesinatos.
En cambio, la defensa argumentó que Lyle estaba en un estado de paranoia, debido a que los medios de comunicación relacionaban las muertes con la mafia, lo cual le preocupaba, pues temía represalias si los líderes de la mafia se enfurecían por estos rumores. Lyle sabía que su padre tenía negocios de dudosa procedencia, así que le resultaba razonable temer por su seguridad.
Richard Wenskoski, uno de los guardaespaldas contratados, testificó para la fiscalía, afirmando que Lyle no mostraba tristeza tras las muertes y que había gastado grandes sumas de dinero en compras, incluyendo ropa, autos e incluso un condominio.
Sin embargo, la defensa logró contrarrestar su testimonio al hacer que Wenskoski admitiera que Lyle se encontraba emocionalmente perdido, dependía de su orientación en todo momento, y lo veía como una figura paternal con la que buscaba consuelo.
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Glenn Stevens: traicionó a Lyle Menéndez
Glenn Stevens, uno de los mejores amigos de Lyle en Princeton, testificó a favor de la fiscalía, diciendo que Lyle no tenía dinero mientras estudiaba en la universidad. Esto reforzaba la teoría de la fiscalía de que el motivo de los asesinatos era la herencia familiar.
Stevens también declaró que Lyle había “robado” la cartera de otro amigo en común, Donovan, y que usó su licencia para comprar las armas del crimen.
Jill, la abogada del mayor de los Menéndez, logró desacreditar parte de su testimonio al hacerle recordar que Lyle le había comprado varios obsequios antes de las muertes y que había mostrado apoyo económico en otras ocasiones.
Además, Stevens había comenzado a hablar mal de Lyle con la policía pocos días después de los asesinatos, antes de que fuera oficialmente sospechoso. También se reveló que Stevens había vendido un reloj Rolex de Lyle y que había estado robando dinero del restaurante de Lyle, así como que tenía varios acuerdos de entrevistas con reporteros interesados en el caso.
Donovan Goodreau: traicionó a Lyle Menéndez
Donovan fue el mejor amigo de Lyle en sus días de Princeton, aunque él mismo no era estudiante universitario. A pesar de que Donovan le aseguró a Lyle que ingresaría a la universidad en el siguiente semestre, luego se descubrió que esto no era cierto, y que no tenía la intención ni los medios para hacerlo lo que llevó a la ruptura de su amistad.
En el juicio, testificó que su ex amigo no tenía dinero antes de las muertes y que él no había sido quien compró las armas. Parte de su declaración era clave para la defensa, ya que meses antes de los asesinatos, Lyle le había confesado a Donovan que su padre abusaba sexualmente de él y de su hermano Erik.
No obstante, en el juicio Donovan negó haber recibido esta confesión. La defensa presentó una grabación del reportero Robert Rand, en la que Donovan relataba esta historia en detalle, mencionando cómo Lyle le pedía que, si algo le pasaba, cuidara de Erik.
También recordaron que Lyle era quien se encargaba de invitar a Donovan a hospedarse, comer y salir a divertirse, demostrando la generosidad que Lyle le había mostrado antes de los asesinatos.
Craig Cignarelli: traicionó a Erik Menéndez
Craig Cignarelli, ex mejor amigo, testificó que Erik le confesó el crimen, le explicó detalles del plan y le contó las historias inventadas para encubrir lo sucedido.
Cignarelli incluso colaboró con la policía usando un micrófono oculto, intentando que Erik le repitiera la confesión. Durante el juicio, Cignarelli declaró que Erik era aficionado a la actuación, un punto que la fiscalía utilizó para desacreditar la emoción que mostró Erik en el estrado, argumentando que estaba fingiendo.
Además, Cignarelli mencionó que Erik intentó borrar un testamento de la computadora de su padre, en el que supuestamente los desheredaba.
Leslie Abramson, abogada de Erik, logró debilitar su testimonio al mostrar inconsistencias en su relato y demostrar que otro amigo de Erik, que sí estuvo presente el día en que se buscó el testamento, tenía una versión distinta de los hechos.
También revelaron que Cignarelli había dado numerosas entrevistas a medios y que tenía planes de escribir un guion cinematográfico basado en el caso, sugiriendo que su interés principal era lucrar con la historia.
Dr. Jerome Oziel: traicionó a Lyle y Erik Menéndez
La traición del Dr. Jerome Oziel, el psicólogo de Erik, fue fundamental para el arresto de los hermanos. Erik confesó los asesinatos a Oziel, quien lo “atendía” tras un incidente de robo en el que había estado involucrado junto a amigos.
Oziel estuvo presente en la vida de los hermanos después de la muerte de sus padres, y Erik terminó confiándole lo ocurrido. Sin embargo, Oziel utilizó esta confesión para chantajear a los hermanos, como lo confirmó en el juicio una ex amante suya.
Además, Oziel manipuló las confesiones, haciendo que los hermanos parecieran fríos y calculadores, lo que favorecía la teoría de la fiscalía de que los asesinatos habían sido premeditados, en lugar de un crimen impulsado por miedo, como argumentaba la defensa.
La defensa desacreditó a Oziel presentando testimonios de una ex colega y dos ex amantes, quienes confirmaron su falta de ética profesional. También se reveló una grabación en la que Oziel admitía haberse involucrado en el caso para su propio beneficio.
Brian Andersen: traicionó a Lyle y Erik Menéndez
Brian Andersen, hermano de Kitty, fue el único familiar que testificó en contra de los hermanos, describiéndolos como irrespetuosos y groseros con sus padres, y afirmando que José y Kitty eran cariñosos con ellos.
La defensa cuestionó su conocimiento real sobre los hermanos, destacando que apenas los conocía y que ni siquiera recordaba detalles básicos sobre ellos, como sus cumpleaños o edades, lo que sugería que su relación era distante.
Además, se descubrió que, si se probaba que Kitty murió después que José, la herencia podría ir a sus beneficiarios, entre ellos Brian, quien tendría un interés económico en el caso.
Jamie Pisarcik: traicionó a Lyle Menéndez
Jamie Pisarcik era una ex novia de Lyle, y su testimonio atacaba uno de los puntos clave de la defensa: la última semana antes de los asesinatos.
Durante esa semana, Kitty arrancó el peluquín de Lyle, lo que supuestamente desencadenó una serie de revelaciones y temores en Erik.
Jamie testificó que Erik ya sabía sobre el uso de peluquín de Lyle, lo cual minaba la credibilidad de la versión de los hermanos.
Jill y Leslie debilitaron su testimonio mostrando que Jamie no recordaba bien los eventos del verano en cuestión, y presentaron evidencia de que los hermanos no estaban en casa en las fechas que ella mencionaba.
También se reveló que Jamie había vendido un anillo de Lyle, lo que hizo que el jurado la percibiera como alguien con interés personal en el caso y poco confiable.