Las finanzas de la familia real británica, en especial las del rey Carlos III y su hijo, el príncipe William, han tomado nuevamente el foco de discusión tras la transmisión del nuevo documental “The King, The Prince, and Their Secret Millions”, en conjunto con un extenso trabajo periodístico.
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La voz que narra el programa dice, “las residencias privadas de Carlos y William afirman que no están financiadas por el contribuyente”, posteriormente añade, “Pero la prisión de Dartmoor es un claro ejemplo de cómo la realeza obtienen ingreso del contribuyente”. Esto hizo que muchos espectadores se dieran cuenta de cómo la familia real genera su fortuna.
El concejal local del Partido Conservador, Philip Sanders, expresó: “No consigo razón lógica por la que el Ducado no pueda aceptar que el Ministerio de Defensa utilice el páramo sin cobrar… Al final del día es el entrenamiento de nuestras tropas”. Este documental también revela que “El Ducado de Lancaster está cobrando al NHS £11,4 millones simplemente por almacenar ambulancias de los hospitales nacionales”.
¿Cómo obtienen ingresos el rey Carlos III y su familia?
Este material, nacido de una investigación periodística conjunta de The Sunday Times y el programa Dispatches de Channel 4, llevo cinco meses de recopilación de información por parte de los citados medios británicos, que ahora aseguran que han descubierto el modo en el que los ducados reales ganan millones de libras al año cobrando a departamentos gubernamentales, consejos, empresas, compañías mineras y al público en general a través de una serie de rentas comerciales o gravámenes sobre tierras heredadas desde la Edad Media.
Un portavoz del Ducado de Lancaster, la propiedad privada del rey Carlos, ya ha advertido a la BBC, que esos acuerdos comerciales “cumplen con toda la legislación del Reino Unido y los estándares regulatorios aplicables a su gama de actividades comerciales”.
Es de conocimiento público que la monarquía británica tiene tres vías de financiación. La primera es la Subvención Soberana, que son los fondos públicos que reciben para las labores relacionadas con la jefatura del Estado, como es el mantenimiento de residencias oficiales, recepciones, viajes o personal, y que se calcula en base a las ganancias de lo que se puede considerar una segunda vía de financiación.
La otra vía de financiación es la del Crown Estate o patrimonio de la Corona, que son aquellas propiedades, tierras, colecciones o bienes que pertenecen al soberano pero cuyo uso, mantenimiento y gestión se hace de forma pública desde que en el siglo XVIII la Familia Real cedió el control de esos bienes al Tesoro público. Cuando esa cesión se produjo se les permitió conservar los ducados de Lancaster y Cornualles, según The Sunday Times, porque entonces no generaban muchos ingresos. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años, y ahora ese “bolsillo privado” se ha convertido en un negocio inmobiliario moderno al que estiman unos activos que sobrepasan los 2.100 millones de euros.
“Los antiguos imperios inmobiliarios que financian al Rey y al Príncipe de Gales han permanecido como un secreto muy bien guardado dentro de la familia real y su pequeño círculo de asesores durante siglos. Incluso al Parlamento se le ha negado el acceso a la lista de propiedades en poder de la familia real”, cuenta The Sunday Times, mientras que el programa Dispatches lo recoge en este documental de 48 minutos bajo el título El rey, el príncipe y sus millones secretos.