A pocos días de las elecciones de 2024, una teoría sobre el bronceador de Donald Trump ha ganado atención en redes sociales.
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Según esta teoría, el color exageradamente anaranjado de su piel, algo que se ha convertido en un tema de debate y broma para muchos, podría ser una respuesta psicológica de Trump ante situaciones de presión y pérdida.
Emily Keegin, una editora de fotos profesional que ha trabajado en importantes medios como Time y Bloomberg Businessweek, publicó en Instagram su análisis del uso del bronceador por parte de Trump.
Análisis de un patrón curioso
Inicialmente, Keegin pensaba que la apariencia anaranjada de Donald se debía a una combinación de maquillaje televisivo y a la iluminación en las fotos.
Sin embargo, al observar más de cerca imágenes de distintos momentos de su carrera, Keegin notó un patrón: cuanto más tensión parece enfrentar Donald, más evidente es el uso de bronceador.
Keegin asegura que, al principio de su mandato en 2017, el uso de bronceador de Trump era notablemente menor. A medida que avanzaba su gestión, y especialmente en momentos de estrés político, comenzó a usar más maquillaje, lo cual se reflejaba en su tono de piel cada vez más naranja.
La editora respalda esta teoría con imágenes de Donald tras un debate con Joe Biden en 2024, donde la disminución del bronceador coincidía con su ventaja en las encuestas.
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Máscara para ocultar
En una publicación reciente, Keegin compartió una imagen de Trump el 30 de octubre de 2024, donde el expresidente aparecía inusualmente anaranjado. La editora interpretó este cambio como una señal de que Trump siente que puede estar perdiendo.
Para Keegin, el exceso de bronceador es un “intento desesperado” de ocultar inseguridades y vulnerabilidades. “La presencia de una máscara exagerada implica un ego en desesperación,” comentó Keegin en su publicación, sugiriendo que esta elección cosmética podría estar ligada al estado emocional de Trump en momentos clave de su carrera.
Esta teoría ha despertado un debate en redes sociales y entre los seguidores de Trump, quienes interpretan el uso de maquillaje anaranjado desde una simple preferencia estética hasta un reflejo de su estado mental.