En 1979, Jorge González, Miguel Tapia y Claudio Narea daban sus primeros pasos antes de convertirse en una de las agrupaciones más importantes de la música chilena. También lo hacía el periodista Alejandro Tapia, quien cuatro décadas después inició una investigación de cuatro años que plasmó en el libro “Ya viene la fuerza. Los Prisioneros 1980-1986″.
El libro recoge testimonios de las personas que rodearon la banda en sus inicios, pero también tiene entrevistas con los tres músicos en un completo relato que ayuda a explicar cómo llegaron a ser “en la banda más famosa e importante del país”.
Publimetro conversó con el autor del libro que será lanzado este fin de semana para saber más de cómo logró esta nueva entrega sobre la agrupación que traspasó las fronteras de Chile y llegó a ser la voz de lo que pasaba en Latinoamérica.
Fueron 4 años de investigación y una gran cantidad de entrevistas. Aparte de los integrantes del grupo, ¿hay alguna que puedas destacar o que te dio más luces de cómo debía ser el libro?
–Fueron 160 entrevistas, además de consultas más acotadas que hice a otras personas por asuntos de contexto u otras dudas. Es difícil escoger una sola, pero me quedo con las conversaciones que tuve con Pablo Allende, el primer sonidista que tuvieron Los Prisioneros a tiempo completo. El “Negro” Allende me contó un montón de historias. Fueron de esas entrevistas que el entrevistado transmite de principio a fin emoción y orgullo por el trabajo realizado. Lamentablemente Pablo falleció recientemente. Es uno de los grandes personajes que tiene el libro, una figura fundamental en la historia de la banda. Esa fue una de las primeras entrevistas que hice. Otra entrevista que destacaría fue la que le hice a Francisco Straub, el ingeniero de sonido que grabó La voz de los 80. Es el Geoff Emerick (ingeniero de los Beatles) chileno: tipo tremendamente inventivo. Tuvo, además, una disposición y entrega total para ayudar a Los Prisioneros a grabar sus primeros demos y luego su primer álbum. Hubo muchas personas más anónimas que fueron vitales para el desarrollo del grupo. A esas personas quise darles voz para que contaran sus historias, que también son las de la banda.
Fuera de Chile algunos de sus discos posteriores a sus inicios tuvieron versiones hasta internacionales. ¿Qué puedes adelantarles a esos fans extranjeros que quizás no saben mucho de los inicios de la banda?
–El éxito de Los Prisioneros no fue de la noche a la mañana. Les tomó un montón de años transformarse en la banda más famosa e importante del país. Jorge, Claudio y Miguel comenzaron a armar la banda cuando estaban en la escuela, entre los años 1979 y 1982. Se graduaron del liceo el 82 y recién en diciembre de 1984 publicaron La voz de los 80, que fue su primer cassette. Cuando estaban por terminar de grabar tuvieron sus primeros instrumentos semi profesionales. Esas canciones las interpretaron en vivo una y otra vez durante todo 1985, pero no las pasaban por la radio y sus apariciones en televisión fueron sumamente acotadas. El segundo disco, Pateando piedras, publicado en septiembre de 1986, posibilitó que el primer álbum fuese conocido. En el libro Jorge cuenta que La voz de los 80 se construyó como si fuese un “grandes éxitos” y en realidad es así: la enorme mayoría de las canciones son conocidas. Pasaron, además, dos cosas muy relevantes con ese disco: son temas muy bailables, pero al mismo tiempo las letras son punzantes, dan para pensar, llaman a la reflexión. Entonces esas dos cosas fueron dinamita pura e hizo que Los Prisioneros fueran un grupo único. Diría que fueron la primera banda de pop contestatario de Sudamérica, unos verdaderos sudamerican rockers, como dice la canción.
Sus letras tienen la fuerza de abarcar temas que traspasan fronteras en esa época en Latinoamérica. ¿Cuáles canciones destacas de los años en que te centraste, como piezas clave y por qué?
–Las letras de los dos primeros discos, que son los años que abarca el libro, son atemporales, por eso nunca han pasado de moda. Los Prisioneros se rebelaron contra problemas que podían ser cotidianos tanto para un ciudadano chileno como para un peruano o colombiano. En ese sentido, detectaron tempranamente que los problemas que les afectaban siendo jóvenes no tenían fronteras. De ahí su posterior éxito en toda la zona andina del continente. Temas como “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos”, “No necesitamos banderas” o “El Baile de los que sobran” al parecer no tienen fecha de vencimiento.
Los Prisioneros tuvieron mucha influencia del rock anglo, pero también de la riqueza de la música latinoamericana de esa época. ¿Cuál te sorprendió más en tu investigación?
–Pese a que se sabe que The Clash fue la banda que más los influenció, me sorprendió lo maravillados que quedaron con el disco Sandinista del grupo británico, especialmente Jorge y Claudio. Ese disco los marcó profundamente. Pero también tuvieron muchas otras influencias no necesariamente anglo. Durante su infancia Jorge escuchaba mucho a Los Ramblers, famosos por “El rock del mundial”. Ese grupo ejerció una influencia importante, basta fijarse en la onda twist que tiene “La voz de los 80″ y “Quién mató a Marilyn”. Los Ramblers también tenían un ska, como el ritmo de “Sexo”. Otra banda que ejerció una influencia importante fue el grupo venezolano Las Cuatro Monedas, que hacían reggae a comienzos de los años 70. De ahí el ritmo de “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos”.
En la actualidad se puede ver bandas en español en Chile o el extranjero que se pueda acercar a lo que vimos con Los Prisioneros?
–Me parece que no. Quizás van a pasar 100 años para que volvamos a tener a una banda como Los Prisioneros. Ninguna otra tiene un sonido y una actitud tan propia y original. Y aunque sus influencias hayan sido anglo, sus discos suenan super chilenos. Eso es algo bien difícil de explicar.
Lanzamiento
• El lanzamiento de “Ya viene la fuerza. Los Prisioneros 1980-1986″ se realizará el sábado 26 de octubre a las 12:00 (mediodía) en la Galería La Curtiembre, persa Víctor Manuel. La entrada es liberada.
• El libro ya está a la venta en la página web clubdefans.cl. En noviembre estará en librerías y en Buscalibre.