La duquesa de Sussex, Meghan Markle, ha manifestado su creciente frustración hacia la familia real británica debido a lo que ella percibe como constantes desaires, especialmente por parte de su familia política.
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La información que revela la revista, Heat, señala que el descontento ha tomado protagonismo después de una serie de eventos recientes que han reavivado las tensiones entre los Sussex y la realeza.
Recientemente, durante el 40.º cumpleaños del príncipe Enrique, se evidenció una clara omisión hacia Meghan. La familia real compartió en sus redes sociales una imagen del duque celebrando su día, pero sorprendentemente, en la fotografía no aparecía Meghan.
Este gesto ha sido interpretado como un intento de dejar a la duquesa fuera del marco familiar, generando una ola de especulaciones sobre la verdadera naturaleza de su relación con la familia real.
Según fuentes cercanas a Meghan, ella se sintió ofendida por la falta de inclusión y considera que este tipo de acciones refuerzan su sensación de ser no deseada dentro del círculo familiar.
Comparaciones con la princesa Diana
Además, este desaire se produce en un contexto en el que Meghan ya lidia con la presión de ser comparada con su difunta suegra, la princesa Diana.
Recientemente, Meghan utilizó unos pendientes que pertenecieron a Diana, lo que reavivó las comparaciones entre ambas figuras. Aunque Enrique aprecia el cariño que el público aún siente por su madre, la constante comparación ha comenzado a generar un impacto emocional negativo en Meghan, quien siente que sus esfuerzos por honrar a Diana son malinterpretados.
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A pesar de estos retos, la relación entre Meghan y Enrique se mantiene sólida. Ambos han expresado su apoyo mutuo en medio de la adversidad.
Meghan continúa comprometida con su matrimonio y sus causas sociales. La situación actual parece reforzar su determinación de enfrentar los desafíos que les presenta su vida pública y de seguir avanzando en sus proyectos personales y familiares.
