Una de las grandes adquisiciones en el mundo de la tecnología fue la de Elon Musk al comprar Twitter, bajo la promesa de convertir la plataforma en un espacio para la libertad. Sin embargo, la realidad parece ser muy distinta.
Según informes de AVClub, hubo un aumento significativo en las suspensiones de cuentas en Twitter, ahora conocido como X, desde que el magnate asumió el control de la plataforma.
Según los datos, durante el primer semestre de 2024, X suspendió aproximadamente 5.3 millones de cuentas, lo que representa un aumento del 307% en comparación con las 1.3 millones de cuentas que se suspendieron en el segundo semestre de 2021, cuando aún operaba como Twitter.
Este cambio drástico ha generado inquietud sobre la política de moderación en la plataforma. Este aumento en las suspensiones se atribuye en parte a una política más estricta en relación con la seguridad infantil.
Tolerancia ‘’cero’'
La empresa ha implementado una política estricta que busca eliminar contenido relacionado con la explotación sexual infantil y la violencia física. Estas medidas están diseñadas para prevenir la normalización de la violencia hacia los menores, pero han generado críticas en otros aspectos.
A pesar de los esfuerzos para proteger a los niños, la eficacia de estas medidas se ha visto empañada por una reducción drástica en las suspensiones relacionadas con el discurso de odio.
Mientras que en 2021, 4.3 millones de cuentas fueron reportadas por contenido ofensivo y se tomó acción contra aproximadamente 1 millón de ellas, el informe más reciente revela que solo 2,361 cuentas fueron suspendidas por violar las políticas de conducta odiosa en el último semestre.
Esta disminución del 97.7% ha generado críticas sobre la capacidad de la plataforma para proteger a los usuarios, especialmente a aquellos pertenecientes a grupos vulnerables. El análisis sugiere que parte de esta reducción puede deberse a una redefinición de lo que constituye el discurso de odio en la plataforma.
Desde la llegada de Musk, se han eliminado varias protecciones para usuarios trans y se han debilitado las políticas contra la desinformación, lo que ha llevado a un entorno más permisivo para el contenido nocivo.
Según muchos usuarios, con la creciente cantidad de cuentas suspendidas, el desafío para la plataforma radica en equilibrar la seguridad infantil con la protección contra el odio y la desinformación en línea.
La dirección que tome X en el futuro será crucial para determinar su papel en la lucha contra el contenido dañino y la protección de sus usuarios.