La mansión de Beverly Hills en la que Ben Affleck y Jennifer Lopez vivieron tras su matrimonio en 2022 se convirtió en motivo de discordia entre ambos. La propiedad, que costó 60,8 millones de dólares y cuenta con 12 habitaciones y 24 baños, parecía ideal a simple vista, pero varios factores la convirtieron en un problema para la pareja, que decidió venderla en 2024.
PUBLICIDAD
A medida que la venta de la mansión se prolonga y el proceso de divorcio avanza, fuentes cercanas a la pareja aseguran que la disputa por la propiedad podría convertirse en un punto de conflicto.
Según fuentes, Ben Affleck nunca estuvo conforme con la mansión que compró con Jennifer Lopez
Uno de los principales motivos de insatisfacción de Affleck fue la ubicación de la mansión. A pesar de su tamaño y lujo, la casa estaba lejos de Brentwood, donde residen los hijos del actor con su exesposa, Jennifer Garner. Para Affleck, el tráfico y la distancia complicaban su vida cotidiana, ya que su prioridad era estar cerca de sus hijos, Violet, Seraphina y Samuel.
Esta lejanía se convirtió en una constante fuente de frustración para el actor, quien, según una fuente cercana, “nunca le gustó” la casa por esta razón. Por otro lado, Jennifer Lopez tampoco se sentía completamente a gusto en la propiedad.
A pesar de que la distribución espaciosa y los numerosos lujos, como un gimnasio, una cancha de pickleball y oficinas, parecían convenientes para las familias de ambos, la cantante no estaba convencida por el estilo moderno de la mansión. Por lo visto, ninguno de los dos se sentía cómodo viviendo en la propiedad.
Nunca hubo aceptación por la mansión de Ben Affleck y Jennifer Lopez
Lopez, conocida por su amor por la arquitectura de estilo romántico, español y europeo, no conectaba con el diseño ultramoderno de la casa, lo que generó insatisfacción desde el principio. Aunque ambos intentaron adaptarse, el descontento por la propiedad fue uno de los muchos factores que afectaron su relación.
En julio de 2024, la mansión fue puesta en venta por 68 millones de dólares, aproximadamente 7 millones más de lo que pagaron por ella. Sin embargo, la falta de interés por parte de compradores potenciales ha generado especulaciones sobre una posible pérdida en su valor. A pesar de ello, Affleck y Lopez han seguido adelante con sus vidas, ambos enfocados en sus respectivos proyectos profesionales y personales.
