La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 estuvo llena de momentos que generaron controversias en redes sociales, como la recreación del popular cuadro de Leonardo da Vinci, “La Última Cena”.
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En esta actuación participaron drag queens y bailarines quienes se alinearon en una larga mesa hasta posar de manera similar a Jesucristo y sus 12 apóstoles.
La particular imagen provocó muchos comentarios en redes sociales, por parte de usuarios y personalidades públicas. La eurodiputada francesa Marion Marechal reaccionó diciendo: “Difícil apreciar los extraños cuadros entre María Antonietas decapitadas, una trouple (trío amoroso) que se besa, drag queens, la humillación a la Guardia Republicana obligada a bailar con Aya Nakamura, la fealdad de los trajes y las coreografías”.
El obispo Emmanuel Gobillard, portavoz que representa a la Santa Sede para los Juegos Olímpicos de París 2024, dijo a NBC News que la representación de la Última Cena lo dejó “profundamente herido”.
“El hecho de que nuestra religión sea ridiculizada es habitual y estamos acostumbrados a la blasfemia en Francia, pero el contexto no es el mismo”, dijo. “En un evento que reúne a toda o parte de la población, me pareció hiriente y fuera de lugar está puesta en escena”.
Disculpas por parte de la organización
La portavoz de París 2024, Anne Descamps, fue consultada sobre las protestas durante una conferencia de prensa del Comité Olímpico Internacional el domingo.
“Claramente, nunca hubo la intención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso. Al contrario, creo que (con) Thomas Jolly, realmente intentamos celebrar la tolerancia comunitaria”, dijo Descamps. “Al observar el resultado de las encuestas, creemos que este objetivo se logró. Si la gente se ha sentido ofendida, por supuesto, lo lamentamos mucho, mucho”.
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Jolly explicó sus intenciones a The Associated Press después de la ceremonia.
“Mi deseo no es ser subversivo, ni burlarme ni escandalizar”, dijo Jolly. “Sobre todo, quería enviar un mensaje de amor, un mensaje de inclusión y para nada dividir”.
“Queríamos incluir a todos, así de simple”, dijo. “En Francia tenemos libertad de creación, libertad artística. En Francia tenemos la suerte de vivir en un país libre. No tenía ningún mensaje específico que quisiera transmitir. En Francia, somos república, tenemos derecho a amar a quien queramos, tenemos derecho a no ser adoradores, tenemos muchos derechos en Francia, y esto es lo que quería transmitir”.