El mundo del espectáculo tiene muchas historias de éxito y glamour, pero también existen muchos casos de luchas personales de las estrellas que más se suelen admirar: Anne Hathaway, Gisele Bündchen, Adele y Drew Barrymore, quienes han tenido la valentía de 0316compartir con el público sus batallas contra el alcoholismo, convirtiéndose en ejemplos de superación.
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¿Anne Hathaway no toma alcohol?
La reconocida actriz actualmente lleva más de cinco años de sobriedad y ha tomado la firme decisión de permanecer así hasta que su hijo mayor alcance la mayoría de edad. Anne reveló que dejó de beber en 2018 tras una resaca de cinco días que la dejó en claro que el alcohol no le sienta bien.
Gisele Bündchen y su sobriedad
Por su parte, Bündchen tomó la decisión de dejar el alcohol debido a sus luchas contra problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión que experimentó durante su juventud. Para la modelo, su cuerpo es su “templo” además de su herramienta de trabajo, por lo que cuidarlo se ha convertido en una prioridad fundamental. Para esto, Gisele corto hábitos poco saludables como fumar y consumir café con leche con crema por rutinas más beneficiosas, que incluyen ejercicio regular, meditación y el consumo de suplementos naturales.
Drew Barrymore y su lucha contra el alcoholismo
Tras años de altibajos, Drew Barrymore también celebra su sobriedad y la fortaleza que ha encontrado en el proceso. La relación de Barrymore con el alcohol comenzó a la corta edad de 13 años, al ser una de las tantas estrellas que comienzan el camino de Hollywood y sus comunes excesos desde temprano.
Tras un divorcio en 2016, Barrymore recayó en el alcoholismo como mecanismo para afrontar el dolor emocional. Con el apoyo de amigos como Cameron Díaz y su propia determinación, Barrymore logró salir del abismo y hoy en día se mantiene sobria.
Adele y su confesión sobre el alcohol
Otra de las artistas del momento que son sumamente admiradas es Adela. La cantante confesó en un concierto en Las Vegas que llevaba “al borde del alcoholismo” durante gran parte de sus 20 años. El confinamiento por la pandemia de COVID-19 marcó un punto crucial en la relación de Adele con el alcohol. Según la propia cantante, durante ese período llegó a beber hasta cuatro botellas de vino antes de las 11 de la mañana, lo que la llevó a tomar la firme decisión de buscar ayuda y cambiar sus hábitos.
Dejar el alcohol no ha sido el único cambio positivo que Adele ha implementado en su vida. La cantante también ha dejado de fumar y ha reducido significativamente su consumo de cafeína. Si bien reconoce que dejar la cafeína ha sido más difícil que dejar de beber, está decidida a mantener un estilo de vida más saludable.