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Murió Anouk Aimée, estrella del clásico del cine 'La Dolce Vita'

Anouk Aimée, cuyo verdadero nombre era Judith Dreyfus, nació en París el 27 de abril de 1932

La actriz Anouk Aimée, la sofisticada belleza francesa que adornó las películas de Federico Fellini, Jacques Demy, Sidney Lumet, Bernardo Bertolucci y Claude Lelouch, ha fallecido a los 92 años. Su hija anunció su fallecimiento en una publicación de Instagram el martes, informando que Aimée murió en su hogar en París, sin proporcionar más detalles.

Anouk Aimée, cuyo verdadero nombre era Judith Dreyfus, nació en París el 27 de abril de 1932. Hija de los actores Henri Dreyfus y Genevieve Sorya, adoptó el nombre artístico de Anouk Aimée tras ser descubierta por el director Henri Calef a los 14 años para la película “La maison sous la mer” (1947).

Anouk Aimée, una de las grandes actrices de los 60 y 70 muere a los 92 años

Inspirada por el poeta Jacques Prévert, decidió mantener el nombre Anouk y añadir “Aimée”, que significa “amada” en francés. Aimée alcanzó fama internacional por su papel en “Un hombre y una mujer” (1966) de Claude Lelouch, por el cual recibió una nominación al Oscar y ganó un Globo de Oro.

La película, una apasionada historia de amor entre una viuda y un piloto de carreras, se convirtió en un éxito mundial y consolidó a Aimée como una de las grandes actrices de su generación. Además de su trabajo con Lelouch, Aimée es recordada por sus papeles en “La dolce vita” (1960) y “8 1/2″ (1963) de Federico Fellini.

En “La dolce vita”, interpretó a la rica heredera Maddalena, un papel que capturó la esencia de la sofisticación y el misterio que caracterizaron gran parte de su carrera. Su actuación en “8 1/2″ como la esposa despreciada de Marcello Mastroianni fue igualmente memorable. La carrera de Aimée abarcó más de seis décadas y más de 80 créditos cinematográficos.

Anouk Aimée deja un enorme vacío en el mundo del cine

Trabajó con directores de renombre como Jacques Demy en “Lola” (1961), Jacques Becker en “Montparnasse 19″ (1958), y Bernardo Bertolucci en “La tragedia de un hombre ridículo” (1981). También destacó en la parodia del mundo de la moda de Robert Altman, “Prêt-à-Porter” (1994), y en “El campo de los abedules” (2003) de Marceline Loridan-Ivens.

En una entrevista en 2007, Aimée reveló su enfoque hacia la actuación: “Fue Fellini quien me enseñó esto: Lo más importante de todo es escuchar, simplemente escuchar lo que dicen los otros personajes. Y no tomarse a uno mismo demasiado en serio”.

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